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Día de Muertos en Guanajuato: flores, veladoras y memorias acompañan a familias en los panteones

En Guanajuato, el Día de Muertos cobra vida en los pintorescos panteones, donde las familias se congregan para honrar a sus seres queridos 
Vida Pública

Yadira Cárdenas

Día de Muertos en Guanajuato: flores, veladoras y memorias acompañan a familias en los panteones Día de Muertos en Guanajuato: flores, veladoras y memorias acompañan a familias en los panteones

Panteones en Guanajuato. Foto: Francisco García

Guanajuato, Guanajuato.- En el estado de Guanajuato, la tradición del Día de Muertos cobra vida en los pintorescos panteones. Este 2 de noviembre, las familias se congregan en estos lugares, dispuestas a rendir homenaje a sus seres queridos que ya han partido.

Las tumbas se engalanan con flores frescas y veladoras, mientras el incienso perfuma el aire, marcando el camino de los visitantes. En medio de la penumbra, se comparten anécdotas y se evocan recuerdos, creando un puente entre el mundo de los vivos y los ausentes.

Las familias se reúnen en un día tradición en los panteones de Guanajuato para honrar la memoria de sus seres queridos. Cada visita es un encuentro con el pasado, un momento para compartir risas, lágrimas y palabras de consuelo por los que ya se han ido.

La silla de ruedas no detuvo a Lupita para visitar a su hijo

Una silla de ruedas no fue impedimento para que Lupita acudiera al cementerio de Silao a visitar por primera vez a su hijo.

Acompañada por un sobrino y ya al apagarse la intensidad de los rayos del sol, María Guadalupe Gutiérrez llegó hasta el "panteón nuevo" en la Prolongación La Paz, donde descansan la mayoría de sus familiares.

En el tercer nivel de las gavetas a unos metros de la entrada, está su hijo Luis Eduardo Reyes Gutiérrez de 38 años de edad, quien murió el 6 de septiembre pasado arrollado por un tráiler.

 
Una silla de ruedas no fue impedimento para que Lupita acudiera al cementerio de Silao. Foto: Karla Silva

 

 

Pese a su condición de salud no dudó en reencontrarse con él: "Es un poco complicado por mi estado de salud, hoy es Día de Muertos y es su primera vez".

Aún con lágrimas que caían por sus mejillas, compartió que luego de visitar a sus bisabuelas, a su abuelo y a su tío, regresarán a casa para convivir y recordar a sus difuntos.

Carmen y Raquel ‘no faltan’ a la visita de su familia en  Parácuaro

Carmen González visitó a sus difuntos en el panteón de la comunidad de Parácuaro lugar donde tres de sus familiares descansan desde hace algún tiempo. Seguido acuden a visitarlos y llevarles flores, pero por tradición este día no pueden faltar. 

"Nos reunimos la familia mis papás y hermanos para venir a visitarlos, traerles flores, rezar y estar un rato con ellos platicando".  A decir de Carmen en el camposanto están enterrados su abuelita y un tío.

 
Panteón de Parácuaro. Foto: Lourdes Juárez

 Al platicar de sus familiares difuntos a Carmen se le cambia la mirada y el tono de su voz, "aunque pase el tiempo sigue doliendo su partida".

 

 

Otro escenario es el que se vive en el Panteón Municipal donde Raquel tiene sepultado a su hermano Juan Pablo a quien le arrebataron la vida hace 4 años en una esquina, "es triste la forma en que partió mi hermano solo él y Dios saben cómo y por qué pasaron las cosas".

 
Visitan a sus difuntos en Parácuaro. Foto: Lourdes Juárez 

Desde temprano llego Raquel con flores para adornar la tumba donde descansan los restos de su hermano mientras acomoda las flores platica con él y le reza para que su alma siga descansando. La mamá de Raquel no pudo acudir a visitar a su hijo ya qué su avanzada edad no se lo permite.

Profesor Chilo no olvida a su hijo en San José Iturbide

Bajo los incesantes rayos del sol, el profesor Chilo Urbina acudió al panteón municipal para visitar a su hijo, quien falleció dos meses atrás, a la edad de 46 años de edad, entre lágrimas y recuerdos limpió y colocó flores en su capilla.

El catedrático mencionó a correo que su hijo había recibido la donación de un riñón, por lo que durante dos años su salud mejoró. Sin embargo, comenzaron algunas complicaciones, la cuales desafortunadamente se agravaron.

 
Profesor Chilo en San José Iturbide. Foto: Enrique Pérez 

Resaltó que, es la primera ocasión que acude a visitar a su hijo, invadiéndole el dolor, pues siente como si fuera ayer cuando su hijo falleció.

Recordó que su hijo, antes del transparente de riñón, sufrió mucho durante un lapso de más 5 años, pues tenían que viajar cada tercer día a Guanajuato Capital para que le efectuarán sus hemodiálisis.

Diariamente le comentaba a su hijo que cuidará el riñón que le fue donado, pues solo era un préstamo. Sin embargo, después de recibirlo vivió alegre y a gusto por dos años, falleciendo hace dos meses.

El profesor lo recuerda con mucho cariño, pues falleció a la edad de 46 años, por lo que seguirá visitando a su hijo, pues el dolor de un padre al perder un hijo es inmenso.

No olvidan a los fallecidos por Covid

El clima no impidió que los dolientes como María y sus 4 hijos visitaran a su esposo Antonio, que falleció hace 2 años a consecuencia del Covid-19. En su gaveta colocaron una ofrenda con los alimentos y bebidas que en vida disfrutaba. 

“Hace 2 años mi esposo Antonio falleció se enfermó de coronavirus, venimos cada año a visitarlo igual que el día de su cumpleaños, le arreglamos su gaveta, platicamos con el de lo que nos preocupa para que nos ayude desde el cielo”, compartió María. 

 

 

 
Panteón de Irapuato. Foto: Nancy Venegas 

El frío y aire no impidieron que María y sus 4 hijos Juan, Pablo, Antonia y Marcela, llegaran desde temprano al panteón municipal. Esta vez compraron flores de cempasúchil, papel picado, llevaron refresco de cola, cacahuates, mandarinas y cañas, que eran la comida y bebida que en vida disfrutaba Antonio. 

Para María y sus hijos el 2 de noviembre es una fecha especial, porque están sienten la presencia de Antonio. 

 
Familias decoran tumbas en Irapuato. Foto: Nancy Venegas 

“Es algo que no se puede explicar, pero que se siente muy bonito, yo sé que mi esposo en el cielo está bien, tranquilo y este día de muertos lo sentimos como más cerca, más unido a nosotros, sentimos que está como si estuviera vivo”, dijo María. 

Manuela y Ventura visitan cada año a su hijo en Salamanca

Con rezos y parados frente a la tumba de su hijo, Manuela Ramos y Ventura López pasaron gran parte de la mañana de este jueves "Día de Muertos" en el Panteón de las Flores, como lo han hecho durante los últimos diez años.

Desde las siete de la mañana abrieron sus puertas los panteones de Salamanca, y desde esa hora el matrimonio de adultos mayores llegaron para estar el mayor tiempo posible acompañando la tumba de su hijo Gregorio, quien falleció por enfermedad.

 
Miles de personas llegaron hasta los panteones. Foto: Yadira Cárdenas 

"Venimos seguido pero hoy es un día más especial, por eso hacemos lo posible por estar más tiempo aunque los pies no nos dan para mucho ya", señala Manuela.

Menciona la mujer que a pesar del paso de los años el dolor de perder un hijo no pasa, por eso no lo olvidan y lo visitaran hasta que Dios lo permita.

Así como la pareja, este "Día de Muertos" miles de personas llegaron hasta los panteones municipales y privados de la zona urbana y rural, como Las Flores, La Cruz, el Panteón Nuevo, los dos de Valtierrilla, Cárdenas, San José de Mendoza, La Ordeña, Villa de la Paz, entre otros para visitar a sus seres queridos.

 
Panteón en Salamanca. Foto: Yadira Cárdenas 

En este día, también hasta las áreas de criptas de templos como El Sagrado Corazón de Jesús llegan las familias para recordar a sus fallecidos, y aunque el llevar flores es limitado los rezos son un aliciente para que no sean olvidados.

De acuerdo a personal de Protección Civil se ha registrado saldo blanco durante estas festividades.

“Me dolieron mucho”, lamenta Martín ante la partida de su padre y su tío

“Me dolieron y me siguen doliendo todos”, dijo Martín Álvarez al platicar que aún no supera la partida de su tío Juan Manuel Álvarez, quien falleció hace dos años y la de su papá José Luis Álvarez fallecido hace 10 años. 

Este jueves, Día de Muertos, Martín acudió al Panteón Norte a visitar a cuatro de sus familiares fallecidos, pero sin duda a su tío es al que sigue extrañando cada día.

“Me dolieron todos, pero quise mucho, mucho, mucho y el que más me dolió fue el hermano de mi papá, porque estábamos ahí en la casa juntos, convivíamos mucho, fue el último que se fue, y como estaba con él siempre siempre, lo quería yo mucho como hermano grande de la casa, como papá. Mi papá José Luis Álvarez Alba, también lo extraño mucho y me duele, pero él ya tiene más tiempo que no está, también vengo a ver a mi sobrino José Olvera Álvarez, su hermana María del Carmen Olvera Álvarez”, platicó.

Martín acudió el miércoles a visitar a sus familiares que tiene en el Panteón Sur y este jueves fue al Panteón Norte a visitar a otra parte de sus familiares, a quienes les llevó música y les puso las canciones de Ramón Ayala que son las que le gustaban a su papá.

Aunque no va tan seguido al panteón, el día 1 y 2 es una tradición que acuda a limpiar las tumbas, quitarles la hierba, pero sobre todo acude a platicar con sus familiares y expresarles que los extraña.

“Yo vengo a decirles que los extraño, a mi tío en enero hace dos años se le reventó la vesícula y en diciembre se me puso malo y mi papá murió el 8 de enero del 2012 porque tenía diabetes y se le complicó, como le digo, no es fácil y en días como hoy cala, siempre te acuerdas, pero este día lo dedicas exclusivamente para venir a verlos”, platicó.

Martín estaba rodeado de más familias que acudieron a visitar a sus difuntos, pero parecía que estaba ausente, ya que estaba concentrado escuchando la música y con la mirada fija en las criptas, pensando y recordando lo que vivió junto a sus seres queridos. 

Abarrotan panteones en Pénjamo, Abasolo y Cuerámaro

Miles de personas llegaron este jueves hasta los cementerios municipales de Pénjamo, Abasolo y Cuerámaro, para visitar a sus amigos y seres queridos que se han adelantado en el camino. Como todos los años, los cementerios se llenaron nuevamente de vida y color. Las familias Se congregaron como ya es una tradicional costumbre en estos municipios del suroeste del Estado de Guanajuato, para pasar un rato y recordar la vida de aquellos que terminaron con su misión en este plano.

Desde temprano, las personas comenzaron a llegar a los diferentes panteones de la región llevando consigo arreglos florales, algunos recuerdos incluso, objetos personales, que fueron colocados como ofrendas en las tumbas donde descansan los restos de sus seres queridos.

Las autoridades locales a través de los cuerpos de seguridad y de emergencia, implementaron operativos especiales para poder brindar asistencia a todas aquellas personas que llegaban a los campos santos, sobre todo, para reducir los tiempos de respuesta en caso de que requirieran auxilio por algún imprevisto que pudiera presentarse en esos lugares.

Familias completas llegaban a cada una de las tumbas, para convivir por un momento y recordar juntos la vida, la obra, las hazañas y hasta los talentos de aquellos que se adelantaron en el camino. Pudo verse de todo, desde personas ofreciendo una plegaria para rogar por el eterno descanso de sus amigos y familiares, hasta aquellos casos donde las personas aún no se resignan a perder a sus seres queridos y siguen llorando su muerte.

Había tristeza en los cementerios, pero también podría apreciarse un clima de tranquilidad y paz. Las visitas a los camposantos se hacía en orden, pese al gran número de personas que saturaron los cementerios este jueves no se registraron incidentes, porque la prioridad era visitar y convivir por un momento con los restos de aquellas personas que se han marchado ya del plano terrenal.

 

 

**Con información de Karla Silva, Enrique Pérez, Nancy Venegas, Yadira Cárdenas, Luz Zárate y Manuel Arriaga 

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