No es solo José Melesio: hay más migrantes de Guanajuato asesinados
César Salazar fue otro caso. Él residía en Los Ángeles y se reunió en 2021 con su familia en Guanajuato. La última vez que lo vieron iba con su primo Jorge Enrique Rodríguez en la carretera de Juventino-Celaya, luego de perder contacto, hallaron sus cuerpos en una fosa, un mes más tarde.
Ya en diciembre de 2018, Leo Reyes, volvió a San Miguel de Allende. Buscaba conmemorar a la Virgen de Guadalupe, pero al ir a buscar señal para llamar a su novia en Dallas, policías estatales lo acribillaron.
En entrevista con el medio El País la familia de José Melesio cuenta que el joven había estudiado Arquitectura, trabajaba para una firma de Ohio. Tras enterarse de lo sucedido se horrorizaron, además, decidieron hacer una beca a su nombre.
Los padres de José Melesio tuvieron que venir a México tras el hallazgo de los cuatro cuerpos. Él fue el último en ser reconocido, por la lejanía a la que se encontraban sus parientes. Tras arreglar el asunto, sus padres vuelven a Ohio, aunque ahora solos.
El viaje a México que se volvió un infierno
Un viaje a Cancún que habían planeado para el 28 de diciembre se desmoronó, luego de que el joven fuera a visitar a su prometida a Colotlán, Jalisco. Para Navidad perdieron contacto con José, Daniela, Viviana y Paola.
El jueves 19 de enero la Fiscalía General de Justicia de Zacatecas informó del hallazgo de cuatro cuerpos humanos, tres mujeres y un hombre, dentro de una fosa clandestina en Rancho Monte de la Presa Vieja de la comunidad El Cuidado. A la población se accede pasando por Víboras.
Cinco días más tarde, el padre de José Melesio, Enrique Gutiérrez, agradeció la ayuda de todas las autoridades involucradas y confirmó el hallazgo de su hijo.
Al momento esperan por justicia por el atroz crimen.
Su despedida se hizo en León, de una manera discreta y sin permitir el paso a medios.
Se cree que los jóvenes se encontraron con un retén del crimen organizado que se los llevó y asesinó. En la zona solo en diciembre, la disputa entre criminales dejó unos 17 desaparecidos. Además existen muchos poblados cada vez más desiertos, por el éxodo de habitantes que huyen de la violencia.
Peligro al recorrer tu tierra
César Salazar, un representante comercial de Los Ángeles, junto a su primo Jorge Gutiérrez, un profesor de bachillerato, salió de Guanajuato rumbo a Celaya.
Se trataba de un simple paseo para César, quien había pasado casi toda su vida en EU, esto les costó la vida.
En esta peligrosa zona se ponchó una llanta, por lo que se dirigieron a una gasolinera. A la 1:30 llegaron a Santiago de Cuenda. El padre de Jorge y su sobrino Henry acudieron a dar auxilio.
Sin embargo, un adolescente habría llegado a tomarles fotos, preguntar de dónde eran e informar a alguien al otro lado de una línea quiénes eran. El criminal no los reconoció, pidió detenerlos. Aunque a las 2:10 habían terminado con el cambio de llanta e iban de regreso, en el camino los interceptó una camioneta, se oyeron disparos y nunca se supo de ellos nuevamente.
A Leo lo mataron quienes debían protegerlo
El 13 de diciembre de 2018 a Leo Reyes lo mataron elementos del Grupo Táctico Operativo de las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado de Guanajuato (FSPE) en San Miguel de Allende. Hasta la fecha el crimen sigue impune.
La versión de autoridades de la causa del asesinato es que los agentes repelieron una agresión. Sin embargo, de acuerdo con lo expuesto por la Plataforma por la Paz, cinco testigos contradicen esta versión.
Estas personas que llegaron al lugar, pero que al no saber qué ocurría se escondieron entre los matorrales y atestiguaron cómo las FSPE manipularon la escena.