Sexoservicio en Guanajuato, sin regulación ni control sobre quienes lo ejercen
Sólo Irapuato cuenta con un registro credencializado; León aplica pruebas sanitarias, pero sólo a algunas personas que se dedican al sexoservicio en Guanajuato
Preocupa falta de regulación del sexoservicio en Guanajuato. Foto: Eduardo Ortega
Guanajuato, Guanajuato.- En Guanajuato se ejerce la prostitución, pero sin una regulación clara.
Ni el gobierno estatal ni los gobiernos locales -excepto Irapuato y León- regulan y llevan controles sanitarios sobre quienes ejercen el sexoservicio, una actividad que además ha evolucionado y migrado a las plataformas digitales, lo que complica más aún su monitoreo y supervisión.
En los otros 44 municipios es como si no existiera la prostitución… o nadie la quiere reconocer.
Y es que no se trata sólo de una actividad lucrativa, sino que es un tema de salud pública que requiere de controles para evitar la propagación de Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS).
El problema es que el llamado ‘oficio más antiguo del mundo’ poco a poco se ha trasladado de las calles, hoteles y centros nocturnos a los sitios web y redes sociales, sin que exista claridad sobre a quién toca regular y supervisar esta actividad.
La prostitución ha pasado de ser un oficio de las calles para adentrarse en el mundo del internet. Foto: Eduardo OrtegaEn Irapuato y León sí existe un padrón del sexoservicio
Sólo en León e Irapuato llevan un esbozo de la cantidad de personas que se dedican a esta actividad y mantienen algún monitoreo sanitario.
En la ciudad fresera -donde existe una zona de tolerancia conocida como ‘La Chabela’-, el gobierno local sí fija algunas condiciones para ejercer la prostitución, como expedir una credencial de control sanitario para lo que se pide una prueba negativa de VIH/VDRL, así como datos personales a partir del INE, CURP, acta de nacimiento y comprobante de domicilio.
Cabe señalar que el registro de las y los trabajadores sexuales en Irapuato ha disminuido de forma notable: en 2015 se alcanzó el ‘tope’ con hasta 291 personas que practicaban este oficio -39 hombres y 252 mujeres-, y en 2023 ya sólo había 66 credencializados -ocho hombres y 58 mujeres.
Monitoreo en León, en declive
El único registro que lleva el gobierno leonés es de las consultas aplicadas a personas que ejercen el sexoservicio, aunque no propiamente un padrón como tal.
En esta ciudad es aún más notable la disminución en los exámenes de control sanitario aplicado a quienes ejercen el comercio carnal: en 2010 se aplicaron 2 mil 972 consultas -2 mil 959 mujeres y 13 varones-. En 2023 sólo se brindaron 266 consultas, sólo a mujeres. A ningún hombre se le aplicó examen.
El resto se deslinda del sexoservicio en Guanajuato
En el resto de los municipios de Guanajuato no existe algún registro que permita conocer la actualidad de este fenómeno, y en algunos casos, como lo es en la capital, incluso se cataloga como un oficio ‘ilegal’.
“Se prohíbe ofrecer, solicitar, negociar o aceptar, directa o indirectamente, servicios sexuales en el espacio público”, dicta el artículo 91 del reglamento del Bando de Policía y Buen Gobierno para el Municipio de Guanajuato.
En otros municipios como Celaya, Dolores Hidalgo o Salamanca, se desconoce el tema debido a la falta de atribuciones para registrarlo o reglamentarlo: la mayoría redirige la atención con el gobierno del estado o sugiere consultar al gobierno federal.
Registra el estado 324 casos de VIH en 2020
SSG sólo monitorea enfermedades sexuales
La Secretaría de Salud de Guanajuato expuso que su función se limita a llevar un registro de los casos positivos de ETS de pruebas que se realizan a la ciudadanía en general, sin considerar si ejercen o no la prostitución.
En la última década se contabilizaron 10 pruebas positivas al año, en promedio, informó la SSG.
Cuando una persona da positivo a una ETS se canaliza a alguno de los tres Centros Ambulatorios para la Prevención y Atención en SIDA e Infecciones de Transmisión Sexual que hay en el estado, para su tratamiento.
Sexoservicio en Guanajuato se apodera de las redes sociales
La prostitución ha pasado de ser un oficio de las calles para adentrarse en el mundo del internet.
En redes sociales y grupos de Telegram y otros canales se puede encontrar prostitución a partir de supuestas ventas de ropa, frutas y productos comestibles, entre otros aspectos que sólo redireccionan a la comunicación con quienes ofrecen servicios sexuales. Incluso, algunos perfiles ofrecen ‘packs’ y contenido para adultos, pero disfrazado a partir de otro tipo de negocios que son considerados ‘legales’ para las plataformas.
Finalmente, una de las ‘pocas relaciones’ que mantienen los sistemas de investigación y justicia en el país con la prostitución es mediante la denuncia de delitos que podrían correlacionarse, como la trata de personas o corrupción de menores.
Empleada de León llama a usar preservativo como protección
Teniendo al preservativo como única forma de protección, decenas de mujeres en el municipio se dedican a la prostitución; en medio de un sector poco regulado, donde en ocasiones ponen en riesgo su salud.
En entrevista anónima para Periódico Correo, una mujer leonesa que durante años dedicó su vida a esta profesión, y que incluso tuvo a su cargo una pequeña casa de citas, explicó cómo se protegen las mujeres para evitar contraer una enfermedad de transmisión sexual. De acuerdo con su testimonio, en la década de los 70’s y 80’s, los chequeos médicos eran un requisito indispensable, lo cual se impuso mediante redadas policiales que llevaban presas a quienes no portaran un carnet emitido por la Dirección de Salubridad.
“Antes nos exigían muy feamente sacar tu carnet para poder trabajar; la que no traía se la llevaban a la cárcel (…) teníamos que sacarlo cada quince días”.
Sin embargo, con el paso de los años esto dejó de ser obligatorio, y actualmente son pocos los centros nocturnos y casas de citas que implementan esta medida.
“De un tiempo para acá ya no lo exigen. Las que andan en la calle, pues no, no hay un control sanitario. Claro que sí se usa el condón, pero el condón no es seguro, se puede romper (…) Aparte del condón, no hay otra cosa”
Ella menciona que, incluso al día de hoy, todavía es común ver casos de enfermedades como VIH, sífilis y gonorrea.
“Hay muchas enfermedades, han fallecido varias chicas que yo conozco por lo mismo, porque no tuvieron precaución (…) Me ha tocado ver varios casos de chicas que yo conozco que se han enfermado por no cuidarse”.
Esto se debe a que, más allá de los análisis médicos constantes, la única forma que tienen para protegerse son los preservativos o condones que, vale decir, pueden llegar a romperse.
“Ponle que uno lleva un chequeo médico, pero no es seguro (…) ya lo demás es suerte de cada quien, si no se contagia uno”.
Así mismo, muchas mujeres que se dedican a la prostitución en las calles, no suelen monitorear su estado de salud, e incluso llegan a mantener relaciones sexuales sin protección alguna para obtener un poco más de dinero.
En palabras de la entrevistada, también debería caber responsabilidad por parte de los clientes, no sólo al solicitar análisis a quienes les brindarán el servicio, sino también al realizarse análisis constantes. Las chicas que contraen enfermedades de transmisión sexual en este entorno, suelen alejarse de sus conocidos y abandonan la profesión, viviendo un proceso extremadamente difícil, en soledad.
María reconoce la importancia de usar protección
Con sus plataformas de 15 centímetros, minifalda, medias de red y top María ejerce uno de los oficios más antiguos el sexoservicio. Práctica en el que arriesga su salud, pues a pesar de que sabe cómo protegerse de Enfermedades de Transmisión Sexual (EST), debe convencer a los clientes de utilizar métodos anticonceptivos lo que le ha valido amenazas y una serie de agresiones incluso físicas.
Hace 5 años “María” llegó a Irapuato, dejó a familiares y amigos en busca de un mejor futuro. En su natal Guerrero, era obrera en una fábrica que procesaba alimentos, pero se vio obligada a huir después de sufrir violencia doméstica por su pareja.
“En mis planes no estaba dedicarme a esto, yo quería trabajar en otra cosa y lo hice trabajé en una maquiladora, pero el dinero no me alcanzaba y así empecé en este trabajo a ganar unos pesos extra para mi familia”, contó la mujer.
Por 3 meses ejerció el sexoservicio sin el carnet que emite la dirección de salud, en sus jornadas conoció a compañeras que le explicaron la importancia de este documento, pues reciben atención médica y las dotan gratuitamente de métodos anticonceptivos.
Desde entonces “María” además del maquillaje, su celular y llaves de su casa, en su bolso coloca preservativos masculinos y femeninos que los obtiene gratuitamente en sus chequeos médicos. Pero también los compra de sabores, texturas y hasta colores para ofrecer con costo adicional a los clientes. También se colocó un implante anticonceptivo en el brazo izquierdo para prevenir embarazos.
**Con información de Óscar Jiménez, Ana Ortigoza y Nancy Venegas
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