El síndico rebelde que quiere ser institucional después de violar la máxima panista de “no patearás el pesebre azul”
“La estrategia de meter debajo la mugre para que no se vea, para que no afecte la imagen del gobierno, a mí me parece que es totalmente contraria (a lo que debe de ser), yo creo que debe haber alguien adentro que también denuncie y que haya quien pida sanciones para quien cometa una irregularidad. Eso también genera imagen en mi opinión, más allá de barrer debajo del tapete y esconder debajo del tapete las irregularidades”
José Arturo Sánchez CastellanosFalta más de un año todavía para las definiciones de los partidos y coaliciones de cara a las elecciones concurrentes que en el caso de Guanajuato hacen coincidir los comicios 2024 que hacen coincidir la presidencial con la renovación de varias gubernaturas entre ellas la de Guanajuato.
Hace una semana, le comentaba en este espacio los escenarios que vivían hoy los partidos y las opciones que tienen con base en los movimientos de cada uno.
Y hoy, abordamos una primera aproximación a otros factores del entorno en Guanajuato que conviene recordar para darle un contexto a la batalla que se aproxima. Empezamos con las 2 fuerzas que son protagonistas.
La primera contienda en la que PRI y PAN no ostentan el poder presidencial y el grupo gobernante es de Morena lo cual, de entrada, modifica las perspectivas de lo que se juega.
Hace 6 años, la perspectiva todavía era de la disputa de 3 opciones políticas en la arena: el PRI gobernante, el PAN como segunda fuerza y Morena avanzando en posiciones, pero lejos de convertirse en el favorito.
Azules y tricolores se veían todavía como rivales y no les era urgente hacer frente común frente a Morena. Esto permeaba también en Guanajuato, aunque desde palacio de gobierno, Miguel Márquez veía con desdén y por encima del hombro a la oposición.
Este es un dato importante porque hoy, Diego Sinhue Rodríguez pese a tener a una política como Libia Denisse con vocación de diálogo y mano izquierda, ni ve ni oye a la oposición.
Y en la dirigencia del partido, a un gerente como Eduardo López Mares que solo administra y opera las grandes decisiones que se toman en otro escritorio.
A sabiendas que de facto dirige a uno de los pocos grandes bastiones que tiene Acción Nacional en el país, el gran desafío para Rodríguez Vallejo será asegurarse que Marko Cortés le dará manga ancha en Guanajuato para la definición de su sucesor que no es facultad exclusiva del panismo local.
Y todo empieza por la definición del género que podría ser la gran negociación con el CEN, sobre todo si es mujer. La alcaldesa de León, Alejandra Gutiérrez ha presumido su buena relación con Cortés y eso no es poca cosa. Diego Sinhue podría estar pensando en una mujer candidata para Guanajuato, pero no necesariamente en Gutiérrez.
Y desde luego, eso va ligado con las candidaturas al Senado que también dependen del CEN y en donde el PAN tendrá que encontrar el reparto exacto para saber si es hombre o mujer por la gubernatura, quién en la fórmula para el Senado y quien para pastor o pastora de la siguiente bancada local.
Es demasiado temprano para especular con posibles combinaciones. Por lo pronto ahí dejamos ese dato. El omnipotente líder de facto del PAN Guanajuato tiene que pedirle bola a Marko Cortés para operar su dedazo.
Del otro lado, en Morena ya le comenté aquí de los prospectos hombres, Ernesto Prieto, Mauricio Hernández y Ricardo Sheffield, un incansable de mil batallas que se rehízo tras su derrota en León.
Mantuvo su posición de privilegio en la mañanera y sigue estando en los afectos presidenciales. A él le atribuyen la operación política en la revocación de mandato lo que le dio respeto entre los morenistas.
Quiere volver a ser candidato a gobernador, pero sabe que el género lo podría dejar fuera. Entonces la senaduría no le desagrada, aunque en el caso de Morena, la más cotizada es la fórmula uno.
Si la candidata es mujer, Morena no parece tener otra opción que Antares Vázquez porque Malú Micher ya dijo que no está interesada y a la primera de ellas digamos que se la deben.
Pero ojo, en esta apuesta de lo improbable o lo poco probable, está el factor Bárbara Botello que sigue dando su propia batalla, a su estilo y con las armas a su alcance.
Se sigue defendiendo en lo legal y posicionando mensajes en redes sociales. ¿Busca algo más allá de eso? No lo sabemos. Cuando hace algunos años se acercó con algunos dirigentes nacionales de Morena, un sector de este partido en Guanajuato, afín a Ernesto Prieto, mostró su rechazo a cualquier acercamiento.
En contraparte, ella tiene buena relación con personajes como la senadora Martha Lucía Micher; no se lleva mal con la propia Antares Vázquez y restableció su relación con el expanista Ricardo Sheffield.
La política en tiempos electorales depara muchas sorpresas. Solo citamos circunstancias, hechos y el entorno.
En Morena, el control del aparato partidista lo tienen los Prieto y su colección de cargos. Las relaciones y los vínculos en las altas esferas de la 4T lo posee Ricardo Sheffield. La operación de los programas, el superdelegado Mauricio Hernández. Nadie tiene todo el control y todos cojean de algún pie.
Prieto enfrenta el riesgo de querer agandallar todo y eso cuesta en imagen interna. Sheffield sigue siendo un dechado de habilidad y tacto, pero sus modos y falta de tacto para tejer ciertas alianzas, le sigue costando adversarios gratuitos adentro de su nuevo partido.
Y de Mauricio, el reclamo es a su falta de arrojo e intrepidez cuando tiene un bólido y lo corre como si fuera un vochito destartalado. Olvida que quien se mueve no sale en la foto. Seguiremos informando.
Para que nadie diga en el panismo que en Guanajuato no hay show, qué tal aquel anuncio de hace tres años que solo sirvió para la foto. Las patrullas de lujo para perseguir a los malosos. Para que luego no se den baños de pureza. Al pueblo, PAN y circo.
Ver nota: Morena se deslinda de protestas contra diputados que rechazaron la reforma eléctrica
caso de Guanajuato
VICTORIA ALADA: HABLANDO DE DERROCHES AZULES…
Hoy que los panistas se rasgan las vestiduras frente a la 4T por el Tren Maya, el aeropuerto Santa Lucía y otros proyectos emblemas de la 4T, quizá recuerden que hace 13 años ellos mismos justificaban despilfarros como el de la Victoria Alada que con motivo del Bicentenario proyectaba el gobierno de Juan Manuel Oliva.
39 millones de pesos costaba ese monumento al derroche del panismo gobernante que en 2009 vivía un momento polémico pues en el Congreso del Estado, la aplanadora azul apechugaba ante una solicitud opositora para que el gobierno explicara el gasto.
El autor intelectual de la idea de llevar a cabo ese monumento era Gerardo Mosqueda Martínez, entonces secretario de Gobierno de la administración de Juan Manuel Oliva, y que sin embargo, no podía aparecer directamente como el responsable directo porque legalmente no tenía ninguna responsabilidad.
El que debía poner el pecho a las balas era el hoy presidente del Patronato de la Feria de León, Juan Carlos Muñoz, en ese tiempo no panista y solo empresario titular del fideicomiso de la Expo Bicentenario.
El PAN no podía negarse a que se investigaran gastos excesivos como el arriba señalado. Se trataba de dar un poco de oxígeno y tiempo para que el gobierno olivista preparara el control de daños, pero solo eso.
Hace tres años, el gobierno de Diego Sinhue Rodríguez anunciaba la contratación de un despacho de Singapur que definirá qué es lo que se puede hacer en ese elefante blanco llamado Expo Bicentenario.
El punto es que la Victoria Alada y el parque Bicentenario representan un monumento al dispendio que de haberse revisado con el rigor que los gobiernos panistas han hurgado a sus villanos favoritos, varios estarían ya en el banquillo de los acusados y castigados.
Otra más de la medición con diferentes varas.
Ver nota: Diputado propone crear Ley del Patrimonio Inmobiliario; incluiría ANPs y reservas
caso de Guanajuato
SÁNCHEZ CASTELLANOS: LUCHAR CONTRA EL “ESTABLISHMENT” SIENDO DIEGUISTA
El síndico José Arturo Sánchez Castellanos hace esfuerzos inauditos por mantener la institucionalidad, pero sus acciones y su discurso dicen otra cosa.
En una entrevista el pasado viernes con el matutino En Línea refrendó su lealtad tanto a la alcaldesa Alejandra Gutiérrez como al gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo.
Este último lo invitó en 2020 a ser candidato a diputado federal y el empresario se disculpó de no poder ser por un asunto personal pero sí aceptó la invitación de Alejandra Gutiérrez meses después para formar parte de su planilla. Dijo que es tan alejandrista como dieguista pero lamentó los castigos que se dictaminaron en contra del extesorero Enrique Sosa y del exdirector de Desarrollo Rural, Rodolfo Ponce.
Entre otras cosas, aseguró que parece que no se mide con la misma vara cuando se analizan presuntas irregularidades de funcionarios de gobiernos panistas que de otros partidos.
Dijo no entender cómo es que en el caso de Rodolfo Ponce se deja con una suspensión de 20 días sin goce de sueldo a un funcionario que se brincó planes territoriales y que autorizó un descuento al predial del Campestre y que en el del kínder se violaron acuerdos de Ayuntamiento y se mintió al comité de adquisiciones en una estrategia para desafectar un terreno armada por tres funcionarios, entre ellos, el extesorero Sosa con quien alguna vez se careó.
Admite que no es fácil incomodar al establishment panista y que se ha dado cuenta que cuando se entra a la política como un idealista en realidad se es ingenuo.
Cuando se le pide citar nombres de quienes son los que se sintieron incomodados en el ‘establishment’ azul primero respondió que no podía identificarlos, aunque luego aclaró que no sabía los nombres.
Pero tampoco es muy difícil adivinarlo, pero sobre todo concluir que Sánchez Castellanos está en una compleja encrucijada. Porque es evidente que, en el PAN, sus líderes de facto son los gobernantes en turno y que es la mano de hierro del jefe del ejecutivo estatal la que solicita no maltratar mucho la marca, tratar con benevolencia a los aliados y perdonar sus pecados.
¿Cuánto tiempo se puede mantener así sin que sobrevenga la ruptura?
caso de Guanajuato