Así fue el triste testimonio de la madre de Juan David durante el juicio en Irapuato: “quiero justicia para mi niño”
Irapuato, Guanajuato.- Para la mamá de Juan David fue muy difícil narrar la violencia que vivían ellos y sus hijos a manos de su pareja, el ex policía municipal, Miguel Ángel, de quien sólo quiere saber en dónde está su hijo, pues dijo, es una angustia terrible no saber de él. “¡Quiero justicia para mi niño!”, clama.
En el juicio oral que se sigue por los delitos de desaparición forzada y violencia familiar en contra de Miguel Ángel, por la desaparición del pequeño Juan David el 13 de mayo del 2022, tocó el turno de la señora Reina de subir a la palestra y acompañada de un psicólogo y una persona de su confianza, contar lo que ocurrió.
Esta vez, ella se identificó como una víctima, a diferencia de hace más de un año que no se reconocía como tal, aún y cuando decía haber sido encerrada, amenazada e incluso en una ocasión cuando le confesó a Miguel Ángel estar harta de la situación de maltrato en la que vivían, éste tomó un lazo y la intentó asfixiar enfrente de sus tres hijos. “¡A mi mamá no!”, le gritó Juan David a su padrastro en aquella ocasión.
Mirando siempre al frente con los ojos llorosos y mirada perdida, Reina contó que le faltaba un mes para cumplir cinco años de vivir con Miguel Ángel, a quien le decía ‘amors’ y él le decía a ella ‘Mis ojos hermosos’. Y es que al inicio de la relación era detallista con todos, hasta con Juan David, era cariñoso y atento, pero a partir del cuarto año se transformó en otra persona en donde los insultos, y amenazas, que solo inspiraban miedo y temor.
Incluso en aquella fotografía tomada el 10 de mayo, tres días antes de la desaparición de Juan David, aquella imagen que fue reservada durante el juicio oral por presentar a un Juan David irreconocible por los golpes, Reina contó que el mismo Miguel Ángel le dijo cuándo la tomó: “Sonríe por lo menos una vez en tu vida”, evidenciando la infelicidad en la que la familia vivía.
Se desquitaba con el niño, revela madre de Juan David
Reina contó que Miguel Ángel se desquitaba con Juan David cuando tenía problemas con su ex pareja y los hijos que tuvo con ellos, pues cada vez que hablaba con ellos, les gritaba a ellos y fue justo por ese motivo que ella le dijo que ya estaba harta de que eso pasara, y desde entonces la violencia se volcó contra el pequeño niño de 11 años, pues decía que él era el consentido de Reina.
Reina reconoció que nunca vio cuando Miguel Ángel golpeó en la cara a Juan David, pero siempre que su pareja los mandaba a ella y a sus otros dos hijos a la tienda y se quedaba su hijo mayor con él, cuando regresaban ya tenía golpes en el rostro, tenía heridas y al niño lo encontraba llorando.
Ella sí intentó proteger a su hijo, aseguró Reina, pues fue testigo de cómo Miguel Ángel castigaba al pequeño con planas, con sacarlo por las tarde a correr cargando objetos pesados, y como lo golpeaba con el cinturón e incluso una vez ella se lanzó encima del pequeño para que lo dejara de golpear, y el ex policía se detuvo.
La mamá de Juan David contó que la herida de la frente del niño ocurrió una vez cuando Miguel Ángel la mandó a la tienda con sus otros dos hijos y cuando regresó, encontró a su hijo sangrando de la cabeza, le preguntó qué había pasado y le dijo se había caído. Ella intentó llevarlo al Centro de Salud para que lo revisará, pero Miguel Ángel la encerró y le dijo que no dijera nada, que él lo curaría.
Coció su herida con un hijo de costura de color azul, igual como lo narró una de las vecinas. Esa misma técnica la uso cuando, regresando de la tienda, encontró a Juan David con el labio roto, y cuando se dislocó la muñeca del brazo, la cual Miguel Ángel vendó con un trapo.
Juan David le mentía sobre los golpes, por miedo
Reina contó que siempre supo que las heridas que tenía su hijo se las había hecho Miguel Ángel, aunque el pequeño le dijera que se había caído o golpeado, pues ella misma se pegaba y las heridas no eran iguales. Su hijo tenía la cara hinchada por tanto moretón que incluso dejó de ir a la escuela para no se dieran cuenta en la escuela, y tampoco lo llevaban a los centros de salud para que no se supiera el maltrato.
Describió como un día, estando ella lavando los trastes, vio que Juan David se retorcía en su cama y se tocaba sus partes íntimas, cuando le preguntó le confesó que le había dado una patada Ángel, pero que no dijera nada porque si no se iba a enojar más con él.
¿Por qué no denunció?, Reina dijo que varias veces intentó pedir ayuda con los vecinos, pero llegó el momento en que tampoco ellos quisieron ayudarla, porque Miguel Ángel era muy agresivo con todos, los insultaba y amenazaba, incluso una vez sacó un machete para asustarlos. A ella le decía que si alguien sabía lo que pasaba o se iba de la casa iba a huir con los niños a Guadalajara y mataría a sus hermanos y a los pequeños.
“Me amenazaba con matar a mis hermanos, a mis hijos. Tenía mucho miedo que le hiciera algo a mi familia cuando trabajaba. Era policía municipal en Irapuato y me daba miedo lo que pudiera hacer”, dijo.
¿Qué pasó el 13 de mayo en la casa de Juan David?
Reina narró que el 12 de mayo, Miguel Ángel llegó a la casa después de su turno en la Policía Municipal y estaba haciendo tarea para al día siguiente ir a la escuela en la Academia de Policía, pero recibió una llamada de su ex pareja y le dijeron que su hijo, el más grande, se había ido con muchacha, lo cual molestó mucho al ex policía, quien se exaltó mucho.
Aunque ya se estaba tranquilizando, le volvieron a llamar para lo mismo, por lo que decidieron dejarlo en el comedor, Juan David acomodó su colchoneta en la que dormía en un espacio ubicado entre la cocina y la sala, y ella se fue con sus otros dos hijos al cuarto para darle de comer al niño más pequeño.
“Entre sueños escuché que le decía al niño que lo iba a llevar con su papá biológico, y mi niño le dijo que no quería ir, que tenía sueño y se quería quedar con su mamá”, contó Reina, quien al escuchar se levantó y salió del cuarto, pero ya no había nadie solo alcanzó a ver por la ventana de la cocina como Miguel Ángel se alejaba tomando de la mano a Juan David.
Ella no pudo salir de la casa porque los había dejado encerrados, y fue hasta las 4:30 que regresó su pareja sin el niño, y cuando preguntó qué había pasado le dijo que se había escapado, por lo que ella quiso saber qué procedía en esos casos, si él era policía municipal tenía que saber. Esperar 72 horas.
Fue hasta el 15 de mayo que denunció la desaparición, pero contó lo que Miguel Ángel le dijo que dijera: la supuesta huida del niño por la ventana y el robo de 200 pesos de su cartera.
Presión para que confesara
Reina le preguntó en más de una ocasión dónde estaba su hijo, pero la respuesta cambio a “No te voy a decir nada y te vas a quedar callada”, contó la mamá de Juan David, quien durante la audiencia solicitó varios espacios para descansar y reponerse en su salud y recibir contención emocional por parte del psicólogo y la persona que la acompañó durante su declaración.
Dos días después de su primera declaración, Reina contó la verdad ante el Ministerio Público, pues dijo que quería presionar a Miguel Ángel para que le dijera donde estaba su hijo, y creyó que si los ministeriales sabían lo que pasó él confesaría.
También la cuestionaron sobre la entrevista que dio a medios de comunicación en una plaza comercial en donde aseguró haber visto cómo Miguel Ángel había matado a patadas a su hijo y después lo había sacado de la casa en bolsas negras; sin embargo Reina dijo no recordar con claridad ese día ni lo que dijo en esa entrevista.
Mencionó que la idea de ir a los medios de comunicación fue de una tía, pero mientras declaraba y respondía muchas preguntas, tenía miedo de que el padrastro del niño llegara y la hiciera algo. Incluso ese día salió corriendo de la plaza comercial ante amenazas de los vecinos que la buscaban para golpearla.
Una jornada larga en el juicio de Juan David
Fueron alrededor de ocho horas las que Reina María estuvo en la palestra del juzgado de oralidad penal rindiendo su declaración sobre este caso que cimbró a los irapuanteses, ante un caso de violencia familiar en donde ni las autoridades ni los familiares pudieron evitar que un niño que actualmente tendría 12 años, sufriera esos niveles de violencia y hoy esté desaparecido.
Cabe recordar que el DIF Municipal ya conocía de la denuncia de violencia en contra del pequeño, pero los expedientes fueron archivados; la Policía Municipal sabía de la violencia que se vivía en esa casa ante los múltiples reportes que tenían de la agresividad de Miguel Ángel con su familia; y los propios familiares del menor sabían que el niño era maltratado o por lo menos que algo no estaba bien y prefirieron callar.