Padrastro de Juan David solicita amparo y sufre ataque de ansiedad en juicio en su contra
Padre de Juan David y la abogada Norma Patricia Barrón. Fotos: Eduardo Ortega
Irapuato, Guanajuato.- El padrastro y presunto agresor del pequeño Juan David sufrió una crisis de ansiedad que impidió la presentación de más testigos y pruebas en torno a la desaparición del niño, pues llegó a las lágrimas luego de que solicitó iniciar un proceso de amparo para pedir la protección de la justicia Federal, al argumentar haber sufrido violación a sus derechos humanos durante su detención.
En el cuarto día del juicio oral que se sigue en torno a la desaparición y violencia familiar que sufrió el pequeño Juan David, niño desaparecido desde hace 17 meses, salieron a relucir los problemas de salud físicos y emocionales que sufre el imputado, quien de la nada, sin el conocimiento de su abogada de oficio, tomó la voz en el juicio oral y solicitó promover un juicio de amparo con base en el artículo 3 párrafo segundo de la Ley de Amparo.
Voto de silencio
Lo anterior desconcertó a los presentes, por lo que sin haber dado inició a la audiencia en donde serían presentados cuatro testigos de la Fiscalía General del Estado (FGE) fue decretado un receso que se prolongó por más de una hora para poder dar asesoría a Miguel Ángel, quien advirtió que nunca más volvería a hablar durante el juicio y ni siquiera estaría presente durante las audiencias, ya que nunca era escuchado en sus peticiones.
“No quiere salir, está alterado, no está enojado, pero está alterado emocionalmente, está llorando y está frustrado. No quiere subir a la palestra y explicar a qué actos violatorios se refiere. No creo que pueda entender lo que está sucediendo”, explicó la defensa a la juez que pidió que Miguel Ángel subiera a la palestra para describir los actos que violentaron sus derechos, pues en el desarrollo de la etapa de juicio oral no se ha percibido ninguno.
La defensa detalló que desde el pasado 30 de marzo el ex policía municipal de Irapuato es tratado con fluoxetina en tabletas y asistencia psicológica debido a una fuerte depresión, además de la presión arterial para la que también recibe tratamiento.
Acude médico del Cereso de Irapuato
Ante tal situación, la juez solicitó la presencia del médico del reclusorio de Irapuato para valorar a Miguel Ángel y determinar si podía o no continuar con la audiencia, ya que es su derecho estar consciente del desarrollo de su caso; tras una revisión de cada una hora más, la especialista señaló que físicamente el imputado podía continuar con la audiencia, pero psicológicamente desconocía su situación. Sin embargo, le fue suministrado el medicamento para el control de las emociones.
Pese a la intervención médica, Miguel Ángel se negó a continuar en la sala de audiencias y emitir algún sonido, por lo que solo respondía con movimientos de la cabeza, no obstante la juez pidió su presencia para explicarle si procedía o no su solicitud de amparo.
Amparo es su derecho
La jueza explicó a Miguel Ángel que ella no era una autoridad competente para concederle o iniciar un proceso de amparo, pues ello tenía que hacerlo por las vías legales que marca el proceso ante una Juzgado de Distrito, por lo que su petición no podía ser desahogada en la presente audiencia que forma parte ya del juicio oral en su fase probatoria, y los hechos de los que hacía referencia y no estaban del todo claro, ocurrieron en etapas distintas al proceso penal.
En el proceso que se lleva en el Poder Judicial del Estado de Guanajuato sería hasta que se dicte una sentencia que el imputado podría presentar algún recurso de revisión, apelación o alguno otro distinto, pero para lo cual se tenía que esperar para emitir una sentencia.
Sin embargo, sí puede promover ya sea de forma digital o a través de su abogada la promoción de un amparo, ya que Miguel Ángel no está incomunicado en su totalidad y tiene la facultad y el derecho para así hacerlo, mientras tanto el juicio oral deberá de continuar hasta que no haya un mandato legal que lo impida.
Asimismo giró la instrucción para que en el Cereso en donde se encuentra recluido el padrastro de Juan David, reciba asistencia psicológica y esté bajo supervisión permanente para que se dé un control.
Asimismo giró la instrucción para que en el Cereso en donde se encuentra recluido el padrastro de Juan David, reciba asistencia psicológica y esté bajo supervisión permanente para que se dé un control a sus emociones, así como se brinde un suéter o chamarra durante sus traslados, ya que también se quejó de que no le permitían portar algo para cubrirse del frío durante los traslados a las audiencias.
No dejará la prisión: abogada
La asesora legal de la familia de Juan David, Norma Patricia Barrón explicó que de concederse el amparo el juicio oral deberá de detenerse hasta que se resuelva el amparo, lo cual podría llevar varios meses que podría sobrepasar los dos años que lleva el imputado en prisión preventiva como medida cautelar.
Aunque llegaran a esos dos años, Miguel Ángel no saldría de prisión ya que el alargamiento del proceso no es algo imputable ni al Ministerio Público ni a la Fiscalía, sino a él mismo.
Señaló que el imputado tiene el derecho a solicitar un amparo y las autoridades competentes son quienes determinaran si se lo dan o no, para las víctimas indirectas, como es el papá del niño, sí es pesado y se prolonga la angustia de no avanzar en el proceso y más aún, que se tiene la esperanza de que durante la sentencia Miguel Ángel confiese en dónde dejó a Juan David, que es la verdadera justicia que se quiere.
El juicio oral será reanudado el próximo lunes, ya que por parte de la Fiscalía General falta la declaración de 24 testigos y por parte de la defensa, 10 testigos más.
LC
