Restauran puerta histórica de la parroquia Nuestra Señora de la Luz en Salvatierra, ¿por qué es famosa?
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Puerta de la parroquia de Nuestra Señora de la Luz. Foto: Martín Rodríguez
Guanajuato, Guanajuato.- Desde hace un mes, especialistas están restaurando la puerta de ébano ubicada en la parroquia de Nuestra Señora de la Luz en la ciudad de Salvatierra y podría estar lista en una semana más.
La obra es un trabajo del carpintero local José Dolores Herrera, quien trabajó durante 5 años para lograrla de 1943 a 1948, elaborando la puerta que se considera una verdadera obra de arte. Everardo Sámano Herrera, bisnieto del artesano, señaló que, por las inclemencias del tiempo, esta puerta se dañó y una de sus hojas ya no abría. Por eso, la familia Herrera, con el apoyo de feligreses y ciudadanos, decidieron invertir en su restauración.
La puerta de la parroquia de Nuestra Señora de la Luz en Salvatierra
La puerta es única en su tipo. En la parte alta tiene el escudo de la ciudad, a la mitad cuenta con los escudos del Papa Pío XII y del obispo de aquel entonces, Luis María Altamirano. Pero la puerta, de más de 4 metros de alto, tiene diferentes detalles grabados como rosas que representan a María Virgen, espigas de trigo que representan la abundancia agrícola de la región en aquel momento y, por supuesto, anagramas de Jesús. En general, es una puerta muy Mariana, señaló Everardo Sámano.
Además, hay algunas curiosidades. Don José Dolores Herrera, conocido también como don “Lole”, no cobró por el trabajo y no tenía la experiencia de hacer un trabajo tan grande. Pero se dedicó durante tardes y noches para poder acabar su obra, incluso en las noches trabajando a la luz de una vela para hacer los detalles que hoy, más de 70 años después, se pueden apreciar.
“Recordemos que fue la coronación de la Virgen en 1939 y desde entonces él le prometió a la Virgen que le iba a hacer su puerta. Incluso los restauradores, uno de la Ciudad de México, uno de Guanajuato y dos de León, se fueron sorprendidos de la calidad del trabajo de don Lole. Él la hizo solo, por eso se llevó cinco años, nadie le ayudó”, agregó Everardo Sámano.
Everardo Sámano reconoció que hoy en día este tipo de trabajos ya no se hacen y, si se quisieran elaborar, posiblemente costaría millones de pesos. Por eso, se buscó su restauración para conservarla por un buen tiempo y que la gente pueda apreciar el detalle de la obra de su bisabuelo, los símbolos plasmados en ella y su complejidad que la vuelve única.