Agruparse en torno a lo fundamental

Los partidos políticos, deben valorar suficientemente su importancia para el desarrollo democrático del país. Sacar las manos de los mercaderes de sus filas, será una obra trascendente para asegurar su permanencia en la vida política de la nación. En las contiendas no deben buscar la victoria como un fin en sí mismo, sino como el antecedente para mejorar estrategias y tácticas que los lleven a un nivel desarrollo, con el objetivo de lograr el mejoramiento económico social y cultural de la población.

En este momento se  escuchan muchas opiniones en torno al financiamiento de los partidos; pero es necesario reflexionar si esos apoyos pudieran servir para incrementar la capacitación política, para evitarse la pena de andar tras candidatos, a semejanza de los directivos de los partidos de futbol que andan a la caza de los mejores jugadores a cualquier precio, El futbol profesional es un negocio, que se apalanca en el uso pertinente de la ciencia del mercado; pero la política es una actividad prioritaria para el desarrollo de la población que tiene que ver con la adhesión de los habitantes a los valores. Poner la política en el mercado es minusvalorar a una parte muy importante de la población.

El trabajo político debe consistir en reclutamiento y concientización de personas, con el fin generar bienes, para que la población alcance niveles óptimos de adhesión a los valores. Por ejemplo, obtener mayores niveles de personas veraces y evitar que con las estrategias de la ciencia del mercado, se ocupen de hacer pasar por bueno lo malo o lo inmaduro como óptimo; tratar con justicia a la mujer más allá del discurso, pues sin preparar a la sociedad para los cambios justamente anhelados, se propician modificaciones aparentes que, cuestan muchas vidas a quienes ejercen en justicia derechos fundamentales. ´Preparar a las nuevas generaciones para fortalecer al mercado, sin el consumismo; mediante la producción de satisfactores que sirvan para la vida saludable; evitar la imitación extra lógica de lo que ocurre en otras latitudes e informar a las nuevas generaciones de los riesgos que conllevan satisfactores que atiende a la moda, pero sacrifican la salud.

Convencer a la sociedad para que combata sin miedo el consumo de bienes que provocan enfermedades crónico degenerativas como la obesidad que con el tiempo se convierten en pesadillas a costa de la vida afectiva de millones de personas.

Insistir en que las adicciones son enfermedades para ser atendidas y no fomentar el "escape"; sino atender las causas de la infelicidad que acaba por hacer insoportable la existencia.

Hay muchos quehaceres que reclaman la actividad de los partidos políticos que, para enfrentarlos con éxito, requieren recursos, convenientemente aplicados para generar políticos, cultos y preparados para hacer el bien, sin exigir privilegios.

Que todos entendamos que la educación no comienza y termina en la escuela, sino que comienza en un hogar debidamente asistido y asesorado par garantizar una sociedad sana desde el vientre materno. Educar para la salud, pero evitar que la desviación generada por la ciencia del mercado destruya lo que se genera en el hogar y la escuela.

No suponer que la pedagogía debe estar ausente en nos niveles superiores de la educación, que debe ser continua, porque el avance de la ciencia y la técnica ofrecen nuevos retos que deberán enfrentarse sin detrimento de los valores.

Abatir los rezagos en la educación de quienes aspiren a desempeñarse como servidores públicos, es una tarea gigantesca que requiere un escrupuloso empleo de los recursos públicos, para que la política no sea un bien del mercado sino quehacer de ciudadanos conscientes y responsables.