PAN y Morena, ¿nada qué ofrecer?

1.- PAN y Morena, ¿nada qué ofrecer?

 

 

No tardaron en mostrar el cobre. Los dos principales partidos políticos de Guanajuato, el PAN y Morena, dieron rienda suelta a las acusaciones, señalamientos y diatribas con el único objetivo de deslindarse y endilgar la responsabilidad de la crisis de violencia que padece Guanajuato.

Quizá lo más penoso de todo, es que se trata de un problema sobrediagnosticado y más que detectado desde hace más de un lustro, de manera que lo dicho ayer cada uno desde su tribuna, sólo evidencia que tanto el gobierno estatal como el federal se han resignado en lamentaciones sin ofrecer una solución.

¿Quién tiene la razón? Todos y ninguno. La masacre en el balneario “la Palma” de Cortazar es ya parte de una lista de hechos pavorosos que han impactado a la opinión pública, pero que los políticos terminan por utilizar como parte de su artillería para descalificar a los de enfrente. Trágico círculo vicioso que aporta a la normalización, pero no a la solución.

Ayer, el dirigente del PAN, Eduardo López Mares, tenía programada su rueda de prensa para hablar de este y otros temas. Enterados de esto, la dirigencia estatal de Morena apeló a movilizar a los cercanos encabezados por su Secretario General, Jesús Ramírez Garibay. Lo que siguió, fue sintomático del círculo infernal que envuelve a Guanajuato.

En resumen, los panistas acusaron el abandono, la omisión y la ineficacia del gobierno de Andrés Manuel López Obrador para combatir la violencia; los morenistas repasaron las cifras que ya son de dominio público para luego exigir nuevamente la renuncia del fiscal Carlos Zamarripa Aguirre y del secretario de seguridad, Alvar Cabeza de Vaca Appendini.

Tal parece que a los blanquiazules quieren pasar por alto que llevan más de 30 años a cargo del gobierno de Guanajuato, de los cuales, en al menos seis la inseguridad se ha desbordado. Mientras los morenistas mantienen un papel opositor, sin entender que, con el poder presidencial se asume una responsabilidad que va más allá de la resignación.

Falta escaso un año y ocho meses para que terminen sus respectivos sexenios, pero a esa distancia parece que tanto los partidos, como sus gobiernos, han decidido mantener una visión distante y politiquera de la violencia, más ahora con la competencia electoral en ciernes.

2.- Buscadora asesta golpe jurídico a la FGR

Olimpia Montoya es una buscadora guanajuatense que busca a su hermano apoyándose del colectivo Proyecto de Búsqueda con sede en Celaya. Como ella, cientos de familias han vivido un doloroso proceso que migró del miedo a la protesta y al activismo. Hoy camina valiente en una lucha que ya se apunta una pequeña gran victoria.

Ella mismo lo dijo, ‘la fiscalía es parte del problema’. Es con esa premisa que reclamó mediante una demanda de amparo, el cumplimiento de la creación del Banco Nacional de Datos Forenses (BNDF) por parte de la Fiscalía General de la República (FGR) a cargo de Alejandro Gertz Manero, quien se negó expresa y legalmente a ello.

Tras tumbar cada impugnación de la FGR, finalmente el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito confirmó la sentencia de forma unánime, definitiva e irrevocable, dando un plazo de 40 días hábiles para acatar bajo la supervisión del juzgado.

En su demanda, Olimpia representó el clamor de las víctimas de desaparición y sus familias en Guanajuato y todo el país, al exigir el respeto al derecho a la búsqueda, la verdad y la justicia. De hecho, en ese términos es que el tribunal concluyó que el BNDF es una herramienta que al menos aporta algo tangible en ese sentido.

La ley incluye, además de hacer públicos los lineamientos para su operación y desarrollo, obtener recursos económicos, la creación formal de las herramientas tecnológicas y la coordinación en grupos de trabajo de personas expertas. Además, señala claramente la necesidad de que las distintas áreas dentro de FGR y otras autoridades se coordinen de forma efectiva.

Es entonces que conviene entender las implicaciones directas en una Fiscalía como la de Guanajuato, cuyo titular Carlos Zamarripa Aguirre, ha negado padecer una crisis forense que sigue arrojando casos como el de Miguel Ángel García Valadez, quien desapareció el 13 de octubre de 2022 en Purísima del Rincón.

Más de 5 meses después, la FGE realizó las pruebas genéticas a la familia, violando los protocolos. El 15 de abril pasado, notificó a la familia la identificación sin vida de Miguel Ángel, pese a que fue localizado en la presa El Barrial el 22 de octubre, es decir, nueve días después de que se perdió su paradero.

En suma, se le puede agradecer a Olimpia el haber dado un primer giro a la llave para obligar al orden y al cumplimiento de protocolos en las fiscalías. Un paso adelante en la inaudita lucha para hacer valer los derechos de las personas desaparecidas.

3.- Apaseo el Alto: arreglando las cuentas

En el colmo de los colmos, la exalcaldesa morenista del municipio de Apaseo el Alto, María del Carmen Ortiz, pidió al gobierno actual que encabeza la panista Montserrat Mendoza Cano, que modifique algunas cifras que precisamente son auditadas por irregularidades.

Es decir, una exalcaldesa que además aspira a regresar a la presidencia municipal, pidiendo a su sucesora que modifique cuentas que no le favorecen.

Como era de esperarse, el Ayuntamiento de Apaseo el Alto negó la solicitud de Carmen Ortiz y lo que se espera son los resultados de una auditoría que ha demorado más de año y medio en arrojar su dictamen.

¿Cuáles son las cuentas pendientes de Carmen Ortiz y que el gobierno actual no ha podido sancionar? Aparentemente la mayoría se concentra en faltantes financieros que se han traducido en adeudos a proveedores, que ascienden a la suma de 51 millones de pesos de los cuales se han cubierto 30 millones.

Se trata pues de una solicitud completamente inusual pero explicable, pues la actual funcionaria de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) que encabeza Ricardo Sheffield Padilla, invierte buena parte de su tiempo en posicionarse para buscar nuevamente la alcaldía.

Quizá su jefe y exalcalde leonés, tendría que explicarle que una vez realizado el proceso de entrega recepción, la cuenta pública se queda en la tesorería municipal a disposición del gobierno entrante. Un asunto legal que no se queda en un mero formalismo político.

En tanto, Montserrat Mendoza espera los resultados de una auditoría que presume de completa. Basta esperar que no se trate de una medida de administración política, que utilice el tema como un misil contra quien se perfila como su segura contendiente en las elecciones.

CONTRA RETRATO

Arturo Godínez Serrano

Su trayectoria es la de un burócrata enfocado en temas fiscales, que salió de la Secretaría de Finanzas, Inversión y Administración (SFIA) para buscar un lugar cercano al grupo político dominante en el gobierno de Guanajuato. Ahora, tras cuatro años de lealtad, llega a la cabeza de la Secretaría de Transparencia y Rendición de Cuentas (STRC).

Arturo Godínez Serrano se convirtió ayer en el tercer titular de la STRC en lo que va del sexenio de Diego Sinhue Rodríguez Vallejo. Los que lo conocen, saben que llega bien arropado por el jefe de gabinete, Juan Carlos Alcántara, para suceder a Carlos Martínez Bravo quien se retira sin pena ni gloria.

Godínez Serrano se desempeñaba como subsecretario de evaluación gubernamental, como el primer cargo que asumió en materia de auditoría a la cuenta pública; un paso que era necesario para lograr su ascenso, que ahora deberá ser convalidado por el Congreso de Guanajuato.

La verdad es que Martínez Bravo le deja una vara muy baja. El papel más destacado que se le recuerda, es aquel encontronazo con un miembro del Comité de Participación Ciudadana del Sistema Anticorrupción, a quien cuestionó en plena sesión pública por haber votado diferente al resto de los integrantes del Consejo Coordinador.

Así que, aunque Arturo Godínez sea el beneficiario por las lógicas políticas del jefe de gabinete, mucho habría por hacer en una dependencia que se presumió como garante de buen ejercicio público, pero que terminó mimetizándose con el tiempo.