Lunes, 14 Abril, 2025

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El futuro es hoy: IA y elecciones

Opinión

Juana Adriana Rocha Luna

La inteligencia artificial ya llegó en múltiples manifestaciones a los procesos electorales y es necesario ponderar pros y contras. Estados Unidos ya tiene a Ashley, Chatbot que informa a los posibles votantes. ¿desinformación y manipulación son posibles en estos escenarios?

El temor a una rebelión de las máquinas surgió en el siglo XIX ante el desarrollo de la industria. Este fenómeno ha nutrido desde entonces la literatura y posteriormente el cine y la televisión, mostrándonos escenarios apocalípticos. En los casos más extremos (‘Blade Runner’, por ejemplo) el hombre es capaz de crear androides que los superan en fuerza e incluso inteligencia, pero carecen de emociones; la principal de ellas, la empatía.

Sin embargo, la humanidad ha confiado en que la tecnología es su amiga. Los avances en robótica no se han limitado a la confección de máquinas que facilitan tareas, han logrado el desarrollo de aditamentos prostéticos en el terreno de la medicina. En la actualidad los progresos en Inteligencia Artificial (IA) nos asombran, pero reviven ese antiguo temor al comprobarse que en la búsqueda de eficiencia y perfección se presentan fallas imprevistas. La IA ha invadido múltiples ámbitos, desde los más banales hasta otros de enorme importancia: los procesos electorales. Ashley y su poder de convicción Su nombre es Ashley. Es una operadora telefónica alimentada por IA puesta a prueba por primera vez en Estados Unidos como parte de la campaña de Shamaine Daniels, aspirante demócrata al Congreso por Pensilvania.

 

 

Cuando recibimos llamadas de una encuestadora podemos colgar al momento de reconocer que del otro lado de la línea hay una grabación. Ashley es diferente, entabla conversaciones, interactúa, es capaz de responder cuestiones específicas sobre las propuestas de Shamaine Daniels y detallarlas.

Pero al hacerle preguntas que no tienen relación con el tema electoral, Ashley no es tan precisa, hasta comete errores. Medios de comunicación documentaron que al cambiar el rumbo de la conversación y hablar sobre golosinas, por ejemplo, el chatbot señaló que los Cheetos son “tan deliciosos como saludables”. Podría parecer insignificante, pero estamos frente a programas que logran ser convincentes mientras exponen una mentira. Ese rango de error evidencia el riesgo de la desinformación, cuando el objetivo primordial de esta IA es guiar, documentar y preparar a los posibles votantes.

El CEO de Civox, empresa detrás de Ashley, es Ilya Mouzykantskii de tan solo 30 años. “El futuro es ahora”, declara orgulloso de su producto, luego de ver que las consultas al chatbot incrementaron de miles a cientos de miles con el paso de los días.

El INE se suma

 A mediados de año, antes de que se definieran las precandidaturas a la presidencia de México en los diferentes partidos y alianzas, llamaban la atención los fluctuantes y poco contundentes resultados en las encuestas que, en el caso de Morena, un día favorecían a Marcelo Ebrard, al siguiente a Claudia Sheinbaum.

Eduardo Ruiz-Healy, columnista de ‘El economista’, explicó que los participantes en una encuesta no siempre reflejan fielmente la diversidad demográfica de la población. En aquel entonces, él planteaba el uso de IA como alternativa a los métodos tradicionales.

El periodista no pensó en un chatbot sofisticado al grado de Ashley, sino en herramientas (ya existentes) que detectan los cambios de opinión de los usuarios de redes sociales y filtran la intervención de cuentas falsas. En pocas palabras, un estudio del comportamiento humano en línea.

Vamos, ya estamos acostumbrados a esa especie de espionaje del que somos parte cada que nos topamos con anuncios publicitarios personalizados al scrollear en Instagram o Facebook.

A principios de este mes el Instituto Nacional Electoral (INE) anunció que en 2024 la captura y verificación de datos durante el Programa de Resultados Preliminares (PREP) se realizaría a través de IA. Las actas se procesarían de forma automática. ¿De qué información hablamos? Resultados de votación, boletas sobrantes, total de votantes, total de sufragios sacados de las urnas.

Tras una primera captura se realizaría una segunda, manual como es la costumbre. La desconfianza en los errores humanos y los de la tecnología sigue latente. Se cree que el uso de IA acelerará procesos, está por verse.

 

 

¿Cerca de la ficción?

Hablando del PREP, en 1955 Isaac Asimov publicó su relato ‘Privilegio’, donde predice este este mecanismo: “las máquinas fueron creciendo y podían decir cómo iría la elección a partir de muy pocos votos”.

‘Privilegio’ va mucho más allá. En el cuento, ambientado en 2008, una sola persona tiene el poder de elegir al mandatario de Estados Unidos. Una enorme computadora llamada Multivac selecciona al ‘afortunado’, el ciudadano calificado como representativo de la población, de acuerdo con la inmensa cantidad de datos almacenados en su memoria.

El votante clave es sometido a una entrevista de tres horas al cabo de las cuales dará un nombre. En este escenario, detrás de la decisión de dicho individuo sigue predominando la de las máquinas. Aunque no se anula el factor humano, es Multivac la que ha determinado que su criterio es el mejor.

Si “el futuro es ahora”, ¿aditamentos como Ashley son capaces de manipular a los votantes? En Asimov y otras obras de ciencia ficción encontramos casos donde robots, computadoras y todo tipo de inteligencias artificiales cobran vida propia, voluntad, y es entonces cuando se presenta la temida rebelión de la que hablo en un inicio.

La IA ya llegó en múltiples manifestaciones a los procesos electorales y es necesario ponderar pros y contras. Sin apegarnos a la ficción y los extremos, es un hecho que el fenómeno se repite: otra vez la humanidad ha creado algo que con el paso del tiempo le será difícil controlar.

 

 

LO SUPERFLUO: La IA nos divierte creando escenarios inverosímiles, mejores versiones de nosotros, diciéndonos cómo nos veríamos si nos hubiera diseñado Pixar, etc. Dinámicas en las que todos caen porque son inofensivas.

LO PROFUNDO: ¿Esta innovación se gana nuestra confianza de a poco antes de rebelarse? Son cada vez más frecuentes los artículos que nos presentan listas de profesiones que pueden ser nulificadas por la IA. Para pensarse.

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