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Guanajuato en 10 años: más de 25 mil homicidios dolosos

Opinión

Miguel Zacarias -Palabras Mayores

GUANAJUATO EN 10 AÑOS: MÁS DE 25 MIL HOMICIDIOS DOLOSOS 

En el recuento de los daños, poco se había reparado en el balance global por sexenios en Guanajuato como ocurre a nivel nacional. 
Y las cifras oficiales nos dicen que, si el sexenio de Andrés Manuel López Obrador se perfila para ser el más violento de este siglo, en Guanajuato, el de Diego Sinhue Rodríguez Vallejo ya lo es. 

Las cifras oficiales que reporta el INEGI y que retoman analistas y medios de comunicación para sus análisis, dicen que de 2013 a 2018 se cometieron en Guanajuato 9 mil 506 homicidios dolosos y que de 2019 al corte a octubre de 2022, la cifra llega a 16 mil 318. 

En el caso de lo federal, al corte de octubre se han registrado 137 mil 369 asesinatos, de enero de 2019 a octubre de 2022. Esta cifra ya superó los 120 mil 463 del sexenio completo de Felipe Calderón y perfila para superar los 156 mil 066 del de Enrique Peña Nieto. 

A López Obrador le faltan todavía 2 años y un mes para concluir su mandato, es decir, más de un tercio. 

Una buena parte de estos datos provienen de un análisis que hizo recientemente la empresa TR Research International que recopila los homicidios dolosos desde el sexenio de Carlos Salinas de Gortari a la fecha y hace uno más detallado por estados de los últimos años. 

En la proyección que hace esta empresa con base en los datos oficiales, advierte que México podría superar los 211 mil homicidios dolosos al cierre de este sexenio que rebasaría ampliamente la registrada en la administración Peña Nieto. 

En ambos casos, cabe aclarar, se están tomando en cuenta las cifras de enero de 2013 a diciembre de 2018 para el caso de los sexenios de Márquez y Peña Nieto y de enero de 2019 a lo que llevamos de 2022 para los casos de Diego Sinhue y López Obrador. 

Sirvan estos datos para ponerlos a la luz de la narrativa oficialista en lo federal y en lo estatal pues en ambos casos, nos presentan las cifras como si estuviéramos con la luz al final del túnel. 

Se da mucho la comparación de una baja en la violencia en el país en la comparación de 2022 con lo que había en 2021 y 2020 lo cual es cierto. Pero cuando analizamos el bosque completo de cada administración y no los árboles en este sexenio, ambos balances son claramente adversos. 

En el caso de Guanajuato, la forma en que se disparó la violencia a partir de la segunda mitad del sexenio de Miguel Márquez es espectacular y como alcanzó su clímax en la primera de Rodríguez Vallejo es impresionante. 

En la segunda mitad del sexenio de Márquez se registraron más de 6 mil asesinatos, dos tercios de los de todo el sexenio. 

Y en el caso del de Diego Sinhue, 2019 y 2020 sumaron poco más de 9 mil que representan casi todos los del sexenio anterior. 

En otras palabras. Está claro que hay clara tendencia a la baja en este 2022 con respecto a la de cualquiera de los tres años anteriores de este mismo sexenio, pero también que el problema se disparó en esa primera mitad y hoy, apenas se está conteniendo. 

En suma, tenemos que en el sexenio de Juan Carlos Romero hubo mil 251 homicidios dolosos por 2 mil 749 del de Juan Manuel Oliva. De ahí se disparan a más de 9 mil 500 con Márquez y ahora a más de 16 mil con Diego Sinhue. Y faltan casi dos años. 

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La diferencia entre el reparto de culpas que hace la Federación con respecto al Estado es prácticamente nula. Ambos tratan de escurrir el bulto cuando hacen sus comparaciones convenencieras que solo toman algunas cifras y las comparan con algunas otras que suenan convenientes para aparentar que controlan el problema. 

Lo cierto es que, como apreciamos en las cifras del otro apartado de la columna, sexenio contra sexenio no hay manera de desmentir que en lo estatal y en lo federal, el presente es peor que los anteriores o en el caso de lo federal, pinta para ello. 

Frente a esa situación, el modelo local tiene un flanco muy débil. Alvar Cabeza de Vaca, secretario de Seguridad estatal, tiene 10 años en el cargo para no hablar del villano favorito de la 4T, el fiscal Carlos Zamaripa Aguirre que ya lleva 13. 

Son los años en los que la violencia se agudizó en la entidad y el gobernador Diego Sinhe Rodríguez Vallejo sabe que su decisión de ratificar a ambos o de respaldar su continuidad, se asumió bajo su propio riesgo y que el cuestionamiento a sus resultados seguirá siendo el talón de Aquiles. 

Y que el único consuelo (muy tonto, por cierto) que esgrimen los morenistas es que ellos apenas llevan cuatro años en el poder y en lo local, el PAN ya cumplió 30 y que los últimos dos sexenios, los mismos responsables han seguido una estrategia diversa para combatir el crimen organizado. Aunque quieran, no pueden escurrir su bulto.

Guanajuato en 10 años más de 25 mil homicidios dolosos

Más allá del lamentable show en el pleno del Congreso de panistas y morenistas, el Congreso local puede presumir que la agenda de acuerdos avanza pian pianito. 

Gobierno digital, derecho a internet, eliminación de restricción de edad para aspirar a un cargo en el Ayuntamiento ya se aprobaron en el pleno el jueves y ese mismo día, se avaló en la comisión de Gobernación la ley contra la Violencia Vicaria que se aprobará en la víspera de la conmemoración del Día de la no Violencia contra la Mujer. 

Guanajuato en 10 años más de 25 mil homicidios dolosos

MEDINA Y JOSÉ ARTURO: LOS CONTRAPESOS PERDIDOS 

Cuanta falta hacen en nuestro país y en Guanajuato, con dominio cada uno, de una sola fuerza política de forma aplastante, contrapesos más sólidos. 

Tan enfrentados abiertamentamente, porque Morena que gobierna en el país, no ha podido penetrar Guanajuato; y el PAN que resiste en Guanajuato, pero no halla la puerta para hacerle frente a la 4T a nivel nacional, en ambos territorios, vemos cómo las mayorías gobernantes aplastan, sin convencer y cometen excesos además de procurar minar las voces disidentes. 

Lo hace cada quien a su estilo. El presidente Andrés Manuel López Obrador desde las mañaneras, pontifica, descalifica y crucifica a placer. Y a juzgar por los datos que tiene la evaluación que la ciudadanía hace de su trabajo, pero sobre todo, los sondeos de intención de voto, poco daño le hacen los cuestionamientos de sus opositores y los yerros que su propio gobierno comete. 

Mientras tanto, en Guanajuato, el PAN-Gobierno es más sutil pero igualmente implacable. 

El control que ha echado a andar en su partido político el gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo hasta hacer desaparecer los grupos internos se ha consolidado en los últimos tiempos y ha alcanzado a los organismos civiles como cámaras empresariales. 

Ha ello ha abonado la propia 4T y el presidente López Obrador. En Guanajuato, los liderazgos empresariales aplican la de “más vale por malo por conocido…”. 

Por eso, voces que han sido contrapesos, se diluyen con relativa facilidad. 

“Yo creo que no tiene por qué sufrir este desgaste la administración, por la incompetencia e incapacidad del secretario de Seguridad Pública y el equipo que trajo de Irapuato (…) El Municipio no merece que estén sucediendo este tipo de cosas, y si nos remitimos a sus palabras cuando recién ingresó a la SSP, de que en seis meses daría resultados, pues yo les podría decir que sus resultados son muy magros o negativos”. 

Eran las críticas del entonces síndico panista Carlos Medina en contra de la gestión en materia de seguridad a la administración de Héctor López que estaban salpicadas de jiribilla porque tenía el interés de que el gobierno municipal mantuviera un software para seguridad que López Santillana no quería. 

Pero el exalcalde no enfrentaba a Medina abiertamente como tampoco lo hacía Luis Ernesto Ayala y entonces la oposición con Sergio Contreras y Salvador Ramírez Argote capitalizaban a su favor esa guerra intestina. 

En 2017, José Arturo Sánchez Castellanos era ungido como dirigente del Consejo Coordinador Empresarial leonés en un periodo en el que, abiertamente enfrentó al secretario de Seguridad del Estado, Alvar Cabeza de Vaca y al fiscal, Carlos Zamarripa. 

José Arturo fue un crítico incómodo para los titulares de la Fiscalía y de la Secretaría de Seguridad en la entidad. Un activista de un modelo de seguridad en León venido a menos. 

Y hoy, ni Medina ni Sánchez Castellanos son lo que alguna vez fueron y eso no es buena señal. Porque la oposición política tampoco consolida su presencia en Guanajuato con inteligencia y fuerza. Las grandes decisiones que en una comunidad son tomadas por unos cuantos o por una sola persona como pasa en México y en Guanajuato, no siempre son las correctas. 

Si los contrapesos se diluyen, se achican o son arrasados no podemos celebrarlo. 

Guanajuato en 10 años más de 25 mil homicidios dolosos
Guanajuato en 10 años más de 25 mil homicidios dolosos

“Para quienes alimentan la idea de no tenemos otra opción que militarizar -pero no nos han explicado en qué fundan su urgencia-, y dicen que porque los Estados y Municipios están rebasados y solicitan apoyo federal, ahora están obligados a aceptar la militarización de las labores de seguridad pública, es necesario recordarles que ningún favor le hacen ni a la seguridad ni al federalismo con reclamos fuera de lugar.
El origen de esa ayuda es una obligación también constitucional y se llama coordinación, con facultades concurrentes. Tal vez valga la pena analizar el caso de Guanajuato ¿una desbordada presencia militar ha mejorado aquí la seguridad?” 

Dessire Ángel Rocha 
La diputada de Movimiento Ciudadano y uno de los posicionamientos más neutrales contra la “militarización”, lejos de los radicalismos panistas y morenistas. 

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