Viernes, 10 Enero, 2025

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Impunidad, deporte nacional

Opinión

Juana Adriana Rocha Luna

No importa cuánto destaquen futbolistas, nadadoras, gimnastas, boxeadoras, porque además de la violencia machista en vestidores y espacios de entrenamiento, padecen comparaciones con los deportistas masculinos, son subestimadas, atacadas en redes sociales, mal pagadas.

El deporte implica rigor y disciplina. Los atletas enfrentan la presión de aquellos a cargo de su preparación, que, en ocasiones, lamentablemente, rebasan límites.

Fue el caso de Teresa Alonso García, subcampeona de natación artística en los Panamericanos de 2019.  El pasado mes de abril, la joven denunció a su entrenadora Adriana Loftus por acoso. Agresiones verbales, bullying, y someterla a rutinas que comprometieron su salud, fueron algunos de los abusos que la joven enumeró, y que la obligaron a abandonar su carrera en ascenso. Teresa se retiró de la Selección Nacional de su disciplina.

La nadadora no contó con el apoyo de compañeras que sufrieron situaciones semejantes. Sin embargo, luego de revelar a los medios su caso decidió convertirse en vocera de otras atletas, otras víctimas de un mundo en el que sobre todo las mujeres se encuentran vulnerables, soportan múltiples tipos de violencia por no renunciar a sus sueños.

Así fue como a través de Tiktok, Teresa Alonso reveló que al menos seis karatecas de la ciudad de León, todas ellas menores de edad, fueron ultrajadas por su entrenador, de nombre Axel.

¿Justos por pecadores?

En su cuenta @tereixchel, el pasado 11 de septiembre, Teresa publicó la historia de ‘Karla’, exseleccionada nacional de karate que acusaba a Erick Argueta, presidente de la Asociación Guanajuatense de Karate y Artes Marciales de encubrir a su hermano, el entrenador que agredió sexualmente a seis niñas.

El caso ha causado controversia, pues hasta el momento Argueta ha sido el único sancionado. El pasado lunes fue removido de su cargo en la Comisión Municipal de Cultura Física y Deporte (Comude) de León. La decisión fue respaldada por la alcaldesa Alejandra Gutiérrez.

El funcionario se deslindó de las acusaciones de encubrimiento, aseguró que no existen pruebas contra su hermano Axel y señaló que existe una campaña de desprestigio en su contra. Pupilos de Argueta salieron en su defensa.

Las denuncias contra el entrenador de karate comenzaron hace dos años; ha sido un proceso desgastante para las agraviadas y sus familias, como siempre ocurre en estos casos en que las víctimas enfrentan a instituciones como la Comude, que incluso negó haber recibido la queja.

Si están pagando justos por pecadores no es fácil determinarlo, ya que a la par, la Fiscalía dio ‘carpetazo’ y el acusado continúa prófugo.

Una voz que guía

“El secreto es la evidencia”, dice Teresa Alonso García a las atletas que por temor no se atreven a denunciar a sus entrenadores. En un video publicado en agosto en su página, que cuenta con más de 85 mil seguidores, comparte consejos para preparar un proceso legal.

La nadadora también ha compartido testimonios que ha recibido vía mensaje directo. En una red social con una audiencia en su mayoría joven, Teresa ha conseguido su cometido, visibilizar el lado oscuro del deporte en México e impulsar a quienes padecen abusos físicos o de carácter sexual a hablar.

La viralización es una buena alternativa, y debe tomarse en cuenta la exposición, vulnerabilidad y hasta peligros a los que se arriesgan aquellas que alzan la voz. No es sencillo, sobre todo después de ver cómo la denuncia ha truncado carreras, ha obligado a deportistas a renunciar a sus aspiraciones, a tirar por la borda el trabajo de años.

Mujeres que han traído medallas, que han ganado campeonatos internacionales representando a este país son relegadas al olvido y la vergüenza. Y están las que guardan silencio y su temor, por desgracia, contribuye a la normalización de todo tipo de conductas inapropiadas a cargo de superiores.

La sombra del machismo

Este año, las futbolistas Scarlett Camberos, Selene Cortés, Selene Valera y Jana Gutiérrez, revelaron que sufrían violencia digital. El acosador de Camberos, incluso, hackeo sus redes sociales y llevó el hostigamiento más allá de la pantalla hasta que fue detenido… por 36 horas.

El machismo ensombrece el deporte femenil en cualquiera de sus ramas. Se manifiesta no sólo en el acoso, comentarios soeces y amenazas. Resulta ilustrativo el caso de Alexa Moreno, recientemente comparada con la icónica Nadia Comaneci. La gimnasta, clasificada para los Juegos Olímpicos de París 2024, ha lidiado toda su carrera con hirientes críticas que nada tienen que ver con su desempeño en el deporte. Su apariencia física es objeto de burlas. Pero Alexa se mantiene en pie, vuela por los aires, salta, demuestra con facilidad de qué está hecha y cierra bocas.

No importa cuánto y a qué nivel destaquen las futbolistas, nadadoras, gimnastas, boxeadoras, cualquier deportista mujer, porque además de la violencia machista en vestidores y espacios de entrenamiento, padecen comparaciones con los deportistas masculinos, son subestimadas, atacadas en redes sociales, se les paga menos, reciben menos ofertas de patrocinio. Por más luz que sus carreras proyecten, no logran combatir esa sombra.

LO SUPERFLUO: Las redes sociales ayudan a visibilizar las penurias que enfrentan las deportistas, hacen sentir al resto de sus compañeras que no están solas.

LO PROFUNDO: Una vez que los casos de abuso llegan a otras instancias gracias a su impacto mediático, el proceso rumbo a la justicia se congela.

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