¿La pareja ideal?
Samuel García y Mariana Rodríguez, rumbo a la presidencia. En el fondo sabemos que esta es una oportunidad para una pareja privilegiada de subir un escalón más en el poder, sabemos que perder no significará para ellos sino un ligero raspón al ego, que ni su popularidad ni fortuna saldrán afectadas.
La fotografía del cuarto aniversario del noviazgo entre el entonces senador Samuel García, y la influencer Mariana Rodríguez, se convirtió en meme. Mientras ella iba vestida acorde con el elegante restaurante en Puerto Vallarta donde celebraron, él se presentó con una playera del equipo Tigres.
La imagen se viralizó y fue usada para ejemplificar la falta de compromiso y esfuerzo de algunos hombres en las relaciones sentimentales.
El político de Nuevo León aprovechó la difusión para pedir a los internautas que ayudaran a su novia a alcanzar el millón de seguidores en Instagram. Desde entonces, Mariana Rodríguez Cantú triplicó la cifra de ‘followers’ en dicha red social.
Este año la pareja recreó la foto en su más reciente aniversario, el número ocho. Desde aquel 2019 las cosas cambiaron para la pareja, Samuel se convirtió en gobernador por Movimiento Ciudadano (MC), Mariana en primera dama, tienen una hija llamada Mariel, y lo más importante: acaban de anunciar sus intenciones de contender por la presidencia de la República.
¿Por qué hablar en plural, cuando sólo el nombre de García figuraría en las boletas? Porque la dinámica de pareja es lo que los ha mantenido vigentes, porque Rodríguez es el vehículo para que él mantenga su popularidad.
El infame video
Este domingo, Samuel se registra como precandidato a presidente. Así lo confirmó en un video de casi seis minutos y medio, donde afirma que en dos años hizo por Nuevo León lo que otros no consiguieron en 40. Su discurso es el mismo que maneja desde hace tiempo: la importancia de su juventud, el cómo derrocó a la vieja política de su estado, la promesa de extender a México lo que ha logrado en Nuevo León (ese imán de inversiones, según considera).
Sin embargo, algo es distinto y un tanto perturbador. Mariana aparece a cuadro, de cara lavada, desviando la mirada de vez en vez. La influencer no habla sino hasta el minuto 1:48, sin la sonrisa que la caracteriza, sin convicción en la voz, controlando el ritmo de su respiración. Apoya a Samuel, dice, pero pocos le creen.
Y es que ya es difícil confiar en él. La decisión de abandonar la gubernatura dos años después de ganarla, luego de asegurar que no lo haría en múltiples entrevistas, generó críticas a García por su falta de palabra y compromiso.
Samuel quiere ganar credibilidad a través de la figura de la familia. Su hija Mariel es mencionada en cinco ocasiones. La niña de sólo ocho meses acompañará a sus padres en la gira de precampaña por todo el país que tienen planeada.
La niña es usada para invitar a los ciudadanos a reflexionar sobre el país que quieren para sus propios hijos. Es utilizada como justificación al estilo “¿ustedes qué harían?” “Cuando Mariel crezca no le gustaría que sus papás se quedaran cruzados de brazos ante una oportunidad como esta”, incluso dice Mariana.
En el fondo sabemos que esta es una oportunidad para una pareja privilegiada de subir un escalón más en el poder, sabemos que perder no significará para ellos sino un ligero raspón al ego, que ni su popularidad ni fortuna saldrán afectadas.
Viva la familia perfecta
Samuel afirma no apegarse a las rancias fórmulas de la política. Sin embargo, recurre a la más usada: la familia como estandarte.
En los próximos meses veremos a los García Rodríguez en todas partes, bebé a cuestas. A diferencia de otras figuras públicas que por privacidad y seguridad se abstienen de mostrar a sus hijos en redes sociales, el rostro de Mariel es famoso desde su nacimiento.
Los candidatos y funcionarios no cargarían niños “pa’ la foto” cada que se pueden si no creyeran todavía que así despertarán la simpatía de las masas.
Mariana ha llevado al extremo esta estrategia. Como presidenta del DIF Capullos en Nuevo León, ha expuesto la cotidianidad (a veces en los límites de lo legal) de los pequeños sin hogar. Hace unas semanas documentó el momento en que varios niños fueron entregados a familias adoptivas que llevaban años en lista de espera; lo hizo, por supuesto, con lágrimas en los ojos. Días más tarde su marido anunció las intenciones de llevar el modelo de su DIF a todo México.
Mucho se han cuestionado las buenas intenciones de Mariana. Lo cierto es que todo lo que hace funciona a nivel mediático, nos hace hablar de ella, y atrae la atención de rebote hacia Samuel. Los aciertos y desaciertos de la pareja los mantienen vigentes, abrazan despreocupados la buena y mala publicidad, y parecen confiados en que mágicamente transformarán los likes en votos el próximo año.
Sin la esposa influencer, el ‘junior’ que en alguna ocasión relató cómo sufría cuando su papá lo despertaba temprano para llevarlo a jugar golf, sería un personaje por completo antipático con el que el mexicano promedio no podría identificarse.
Pero después de la publicación del video donde ambos anuncian sus planes presidenciales, parece que se abrió una grieta en ese escaparate donde viven Samuel y Mariana, ese par de perfectos maniquís. La esposa influencer perdió brillo y no disimuló la desilusión. Después de años impulsando desde su trinchera la carrera del marido tuvo que mostrarle su apoyo abiertamente, y no logró sonar sincera.
LO SUPERFLUO: Se espera que los votantes no confundan la fama y popularidad de los hechos y las verdaderas propuestas.
LO PROFUNDO: Samuel y Mariana ya ganaron una gubernatura, eso dice mucho y deja abierta la posibilidad, la terrible posibilidad…