Sábado, 11 Enero, 2025

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Rumbo al 2024

Opinión

Otto René Cáceres Parra

La cena celebrada el lunes pasado en el restaurante “El Mayor” del centro histórico de la Ciudad de México, marca el inicio formal rumbo al proceso electoral que tendrá lugar el domingo 2 de junio del siguiente año en nuestro país. Las cuatro “corcholatas” morenistas, Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum, Adán Augusto López y Ricardo Monreal fueron convocados, junto a los gobernadores y gobernadoras del mismo partido, por el presidente Andrés Manuel López Obrador con el objetivo de fijar las pautas que deberán seguir los aspirantes a la presidencia.  

Renuncias definitivas a sus cargos públicos actuales; llevar a cabo proselitismo político sin confrontaciones ni debates entre candidatos; realización de una sola encuesta nacional a finales de agosto cuyos resultados deberán ser difundidos antes del 15 de septiembre; instalación de mesas de negociación con representantes de los aspirantes y el dirigente y secretaria general del partido para acordar quienes serán las empresas encuestadoras responsables del sondeo; que el ganador o ganadora de la encuesta sea designado como Coordinador de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación previo a ser registrado oficialmente como el candidato presidencial; designación del segundo y tercer lugar como coordinadores de las fracciones legislativas electas en 2024 para el Senado y la Cámara de Diputados, así como la inclusión del cuarto lugar en una posición privilegiada en el gabinete presidencial; cerrar filas con el candidato de manera unilateral; no llevar a cabo pronunciamientos públicos en favor de los aspirantes por parte de gobernadores, gobernadoras y funcionarios gubernamentales morenistas y evitar que los aspirantes difundan sus propuestas en medios informativos críticos  de Morena y de la 4T son, en principio, las directrices que las “corcholatas”, más los que se sumen, deberán acatar en su intento por ser designados como candidatos presidenciales, mismas que podrán ser objeto o no de modificaciones de acuerdo con las resoluciones que el Consejo Nacional de Morena pudiera haber establecido ayer.

En este tenor, la dimisión del canciller Marcelo Ebrard a la Secretaría de Relaciones Exteriores, anunciada para el día de hoy, traerá consigo una cascada de renuncias y licencias, implicando con ello que la competencia se desarrolle al margen de los apoyos, estructura, reflectores, márgenes de maniobra política y protección del fuero que su posición como servidores públicos pudiera proveerles, tanto de las “corcholatas” restantes como de otros  aspirantes pertenecientes a partidos políticos afines a la 4T, siendo las primeras en materializarse las del Senador por el Verde, Manuel Velasco, y del Diputado por el PT, Gerardo Fernández Noroña, formalizadas el miércoles y jueves pasados respectivamente.

En este escenario, dos son las figuras más representativas para ser electas por morena. Claudia Sheinbaum, quien ha gozado de las simpatías y apoyo del presidente Obrador, acompañándolo en diversas ocasiones a lo largo del país, siendo invitada a diversos foros nacionales e internacionales en los cuales goza de la simpatía de los asistentes que la proclaman como la siguiente presidenta de México, y Marcelo Ebrard, quien se juega todo su capital político al ser la última oportunidad que tiene de competir por la presidencia, recordemos que en 2011 respalda, a pesar de  favorecerle los sondeos, la candidatura de Obrador en su segundo intento por obtener la titularidad del poder ejecutivo, por lo que deberá valorar si el proceso interno garantizará piso parejo a todos los involucrados, o por el contrario, decidirá romper con el movimiento adhiriéndose a otra opción política como Movimiento Ciudadano o la alianza opositora, conformada por los partidos PRI, PAN, PRD y Nueva Alianza, misma que vive momentos sombríos y de indefinición, ya que, a pesar de contar con figuras mediáticas como Lilly Téllez, Alito Moreno, o políticos con amplia experiencia como Santiago Creel, Beatriz Paredes, Claudia Ruiz Massieu o Enrique de la Madrid, no parece encontrar la brújula en el camino por conseguir la presidencia de la República en 2024.

Sea cual fuere la decisión de Ebrard, sin duda resultará un contrincante importante y de gran peso ante la candidatura de Sheinbaum al ser un político que cuenta con presencia a nivel nacional e internacional, experiencia y simpatía de un amplio sector del electorado. Sin embargo, Ebrard deberá considerar si la ruptura con Morena, en caso de no conseguir la candidatura, es adecuada, ya que no sólo tendría como rival a Sheinbaum sino al mismo presidente Obrador quien ha demostrado ser un contrincante muy hábil y acérrimo en el ámbito político y electoral.

La carrera por la presidencia ha dado inicio formalmente; los partidos deberán definir sus métodos de selección para la elección de candidatos; madruguetes, golpeteos, acusaciones, artimañas, entre otro tipo de triquiñuelas, podrían estar presentes durante todo el proceso; esperemos que por el bien de la democracia y el país esto no sea así…veremos.  

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