El PAN y su optimismo exacerbado
1.- El PAN y su optimismo exacerbado
Confiados en un status que pareciera inamovible, el exceso de confianza en el PAN ha cundido sin siquiera definir a su candidata para buscar la gubernatura. Bajo la seguridad de que no importa a quien se postule, el voto duro blanquiazul mantiene un peso específico que los mantiene como la primera fuerza política.
No obstante, el crecimiento de Morena derivado del impacto extendido de los programas sociales del gobierno federal, presenta un escenario insospechado que ya da muestras de un avance que ya representa una amenaza, sin que este partido haga grandes esfuerzos desde lo local como el primer partido opositor.
Esta coyuntura parece no importar al dirigente nacional panista Marko Cortés Mendoza, el gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo y el líder estatal Eduardo López Mares, quienes siguen viendo el vaso medio lleno.
Es cierto. Prácticamente todas las encuestas colocan al PAN por encima de Morena. Unas con cinco puntos de diferencia, otras hasta con empate técnico, pero todas coinciden en que el margen se ha reducido de forma consistente en el último año.
La encuesta presencial realizada por TAG Research y publicada por Correo el viernes 24 de abril, indica un margen del 12% ya con un crecimiento real de Morena en menos de seis meses. Una diferencia que dista mucho del holgado –y exagerado- margen que presumen en el PAN.
Según López Mares, la encuesta de TAG se quedó corta. Sus números le dan hasta un 20% de ventaja. Pero el problema no son las mediciones, sino el exceso de confianza como la que el PAN experimentó con la avasalladora campaña del PRI en 2012; perdieron municipios como León, así como la hegemonía en diputaciones locales y federales.
Hace más de diez años el PAN cayó en una crisis interna. Del exceso de confianza, pasaron a la ausencia de negociaciones con los damnificados y con ello las afrentas internas que los obligaron casi a desaparecer las elecciones internas.
Aunque el auge por los grupos internos que había entonces, no los hay ahora de forma tan nítida, queda claro que hoy persiste un grupo de panistas que resultaron damnificados por la temprana definición del género de la candidatura a la gubernatura, además de los que surgirán si se define por contienda.
Es así que entre el trabajo interno y las amenazas externas, el PAN nuevamente pone a prueba sus liderazgos acostumbrados a surfear sobre el dominio del partido, más preocupados por los cargos que por los retos.
2.- De vivienderos y daños ambientales
La vulnerabilidad de las estructuras municipales dedicadas a la agenda ambiental, ha derivado en una suerte de desparpajo entre los desarrolladores y constructores de vivienda, quienes se saltan trámites e incumplen remediaciones con la naturalidad de quien se sabe tolerado.
Un primer ejemplo es León, el municipio con mayor presupuesto del estado además del más recurrido en desarrollos inmobiliarios. El caso es el del fraccionamiento Candora que se proyecta en 850 hectáreas para dar cabida a 35 mil casas, que además está conformado por ocho etapas a realizarse en los próximos 20 años.
En su primera etapa, la constructora reforestó 806 árboles que le obligaban a realizar una remediación ambiental de 7 mil 906 ejemplares que, simplemente incumplieron y renegociaron.
El trámite lo hizo la inmobiliaria Flopper S.A. de C.V. del empresario Oscar Flores, célebre por “donar” de palabra los terrenos para comunicar el Parque Industrial Colinas de León. El director de Candora es Víctor Franco Vargas, quien recientemente fue ratificado como presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi) en Guanajuato.
En su caso, el municipio les concedió una reconsideración de obligaciones, por la que ahora pagarán dos cuadrillas para combatir la plaga de muérdago. Un proceso que según ventiló el secretario de Ayuntamiento, Jorge Jiménez Lona, buscan replicar con 55 empresas identificadas con pasivos.
Otros casos evidentes son los de Guanajuato capital, donde el daño ambiental se estaría perpetrando en sus zonas ecológicas. Es el renombrado caso de Cucursola de Sergio Ascencio Barba, que oferta lotes para construcción de vivienda en la Sierra de Santa Rosa. Mismo asunto con el Coto de Encinos Residencial.
En ambos casos la plusvalía ofertada es evidentemente su ubicación, prácticamente internada en esta zona natural “rodeada de bosque”, pero ignorando completamente los parámetros ambientales y permisos necesarios.
De la misma manera que en León, la energía con la que actúa el municipio es directamente proporcional a la pasividad que tuvieron antes. Por ello, los alcaldes deben entender que se trata de un área que clama por funcionarios activos y especializados, completamente conscientes del interés empresarial que debe ser equilibrado y controlado.
3.- SMA: regidora en embargo
Justo cuando su partido decidió abrir fuego en la pequeña reyerta política que iniciaron con el alcalde de San Miguel de Allende, Mauricio Trejo Pureco, se ventiló el litigio laboral por el que la regidora del PAN, Paulina Gallardo, tendrá que vender una propiedad que supera los 10 millones de pesos.
Será mañana miércoles cuando se realice la audiencia de remate a las 12:00 horas y, por supuesto, el caso ya es usado como un acto de descrédito político, de esos en los que se cae por errores propios.
No deja de ser paradójico que es precisamente su posición como empresaria, que el PAN le abrió un lugar y la postuló como su edil. Ahora se encuentra bajo el escrutinio público por un incumplimiento laboral en perjuicio de María Luisa Alejandra Ávila Arellano, quien ha logrado avanzar en su demanda como extrabajadora de San Miguel Shoes.
Tampoco se puede dejar de lado los enfrentamientos que Paulina Gallardo ha tenido con la administración del alcalde Mauricio Trejo Pureco, a partir de que mudara su negocio a un inmueble de la Calzada de la Estación, pues el municipio ya incluso se lo clausuró en julio de 2022.
El tema escaló al Ayuntamiento pues la edil del pan aseguraba que era víctima de represalias por parte de Trejo Pureco por no votar a favor de sus iniciativas. Lo cierto es que no tenía ni el permiso de uso de suelo. Si fue un ataque político, eso ya fue lo menos importante.
Ahora, en una reedición de incumplimiento, la edil se encuentra ante la bochornosa situación de satisfacer un fallo judicial del que no se podría acusar una represalia. Son hechos que hablan y no necesariamente a su favor.
CONTRA RETRATO
Ricardo de la Peña Rodríguez
Aunque su perfil profesional es incuestionable, su gestión al frente del Instituto de Seguridad Social del Estado (ISSEG) se ha desarrollado entre cuestionamientos y una evidente falta de sensibilidad sobre los recursos que maneja esta entidad descentralizada del gobierno de Guanajuato.
Ricardo de la Peña Rodríguez llegó con la misión de intensificar el cuidado del patrimonio que nada más pertenece a los trabajadores del estado, mediante sus aportaciones que les aseguran un retiro digno. Son pues, las pensiones del futuro.
Es precisamente por lo anterior que el ISSEG se volvió en poco tiempo en la gallina de los huevos de oro. Una institución que supera los 31 mil millones de pesos, precisamente por la inagotable fuente de recursos que significa cada trabajador y cada nómina.
Por ello, no se puede entender la actitud campechana del director quien sostiene que el déficit entre los ingresos por cuota aportación y el pago de pensiones no es cosa mayor. Tras darle explicación en un “tema demográfico natural”, se plantó en el papel de un potentado para advertir que el remanente puede ser pagado fácilmente.
Se trata de un remanente de 384 millones de pesos, una cantidad que bien podría ser el presupuesto de todo un año para un municipio, una obra de alto impacto vial para una ciudad como Irapuato, Celaya o Salamanca. Pero para Ricardo de la Peña es poca cosa.
Dentro de su explicación dijo algo cierto que agrava las cosas. La reforma de 2002 permitió elevar las cuotas de aportación y se fue creando una reserva porque los ingresos por cuota comenzaron a ser muy superiores al pago de pensiones. Así se trabajó por 20 años. “(Ahora) No hay de qué preocuparse”, guarde usted esta frase.