Con desesperación y fe, piden lluvia en León a la Virgen de la Luz
Fotos: Ivonne Ortiz
León, Guanajuato.- Caminando bajo el sol a una temperatura de casi 30 grados, los devotos a la Virgen de la Luz le piden una sola cosa: lluvias para la ciudad. Este domingo, previo a los festejos de la Madre Santísima de la Luz decenas de leoneses peregrinaron rumbo a la Catedral para ofrecer sus oraciones en favor de agua para León.
José Luis Castro, líder de la Archicofradía de Nuestra Madre Santísima de la Luz, afirmó a Correo que una de las preocupaciones más latentes que padece León es la falta de agua. Y es que la Presa del Palote llegó al 25 por ciento de su capacidad a mediados de mayo, cuando en enero de este año estaba al 50 por ciento. Orar ha sido la alternativa de los devotos a la Virgen de la Luz, pues al preguntarle al cofrade que es lo que le pedirían, respondió que agua.
“Para León ahorita lo que debe ser más evidente ¿no? Las lluvias oportunas y necesarias para nuestros campos y nuestras ciudades, no sé si se ha fijado que últimamente en las colonias de alrededores empieza a haber escasez de agua. Y de hecho siempre se ha recurrido a ella en situaciones, en situaciones de sequía, el pueblo ha acudido a la Madre Santísima de la Luz”.
¿Virgen de la Luz trajo el milagro del agua?
¿Por qué le hacen esta petición a la Virgen de la Luz? El cofrade recuerda que hace aproximadamente 10 años la Presa del Palote pasaba también por una sequía, por esta razón se ofreció una misa en el lugar, que para los creyentes significó un milagro.
“Le voy a decir, en una ocasión ya estaba seca la Presa del Palote, creo que fue hace 10 años, no recuerdo bien para ese entonces, quien estaba de Arzobispo, que era Monseñor Guadalupe Martín Rábago y se hizo la Misa ahí en la presa. Y terminando la Misa llovió. No va a afirmar uno que está científicamente comprobado, pero el resultado está ahí”.
Al peguntarle si ofrecerán una misa en estos días con la misma intención de pedirle lluvias a la Virgen, respondió que será el Arzobispo de León Alfonso Cortés, quien determine si es necesaria la celebración eucarística.
Devoción por Virgen de la Luz tiene casi tres siglos
Decenas de feligreses celebraron a la Virgen de la Luz con una Misa a las 12 del día, de este domingo. La patrona de los leoneses es adorada desde hace casi 300 años cuando su imagen se asentó en la ciudad. Mientras se llevaba a cabo la Misa, afuera de la Catedral Metropolitana, una fila de integrantes de la Archicofradía de Nuestra Madre Santísima de la Luz, rezaban un rosario y sostenían la imagen de la Virgen.
Fue en 1732 cuando la Virgen de la Luz decidió quedarse en León. Según los testimonios religiosos contados por el líder de la Archicofradía, en ese entonces se hizo un sorteo para saber en qué ciudad se asentaba la imagen de la Madre Santísima.
León, que ni siquiera se llamaba así porque en ese entonces era una Villa, es decir, un centro de explotación agraria que aspiraba a ser una ciudad, resultó ser el sorteado para recibir la imagen de la Virgen de la Luz. No solo una vez, sino tres veces, cada que repitieron el sorteo. Lo que para los feligreses resultó la señal divina para quedarse en la ciudad.
“La Virgen de la Luz es una vocación portuguesa, y aquí cuando ella se apareció pidió expresamente que se le llamara la Madre Santísima de la Luz, así completo. Parece muy largo, pero así lo pidió tres veces para que así fuera reconocida con esa aparición, con esta pintura que se dio en 1731 en la Isla de Sicilia (Italia)”.
“Entonces esta es una devoción siciliana que vino a México en manos de un sacerdote que se llamó José María Genovese, él tenía un hermano allá en Sicilia (…) este Padre como tenía muchos problemas para la Evangelización, le pidió a la Madre Santísima que si le podía dar un cuadro para llevar a las Misiones, y es el cuadro que tenemos en esta Catedral, el original, el 2 de junio de 1731”, cuenta José Luis Castro, líder de la Archicofradía.
La celebración a la Madre Santísima de la Luz se llevará a cabo este miércoles 24 de mayo en la Catedral de León, pues la Virgen, de acuerdo con los creyentes, pidió que su festejo fuera el miércoles de mayo anterior a Pentecostés, una celebración religiosa cincuenta días después de Pascua.
LC
