Chapulines en Guanajuato: de plaga, a una deliciosa alternativa de alimento
Acámbaro, Guanajuato.- El chapulín es una de las principales plagas en cultivos de temporal en Guanajuato, causa pérdidas importantes en granos y forraje hasta ahora representa un problema de difícil manejo, sin embargo se pueden aprovechar para obtener importantes beneficios.
Dentro de la acción de capacitación se realizan pláticas con los productores en donde de manera simplificada se les imparten los temas de biología y hábitos del chapulín, así como temas relacionados con el procesamiento en caminado en buscar un uso alternativo a la plaga comento el Ing. Jordi Esequiel Mora González profesional de proyecto del comité estatal de sanidad vegetal de Guanajuato.
Dagoberto Guido de la comunidad de San Antonio realiza productos a base de harina de chapulín esto a través de la invitación qué le realizará el personal de la CESAVEG los cuales le mencionaron qué en lugar de aplicar insecticida podía atrapar el chapulín y crear alimentos.
"Me levanto a las cinco de la mañana a capturar los chapulines con una red, busco qué sean de buen tamaño los meses con mayor presencia del producto son de septiembre a diciembre".
Una vez recolectado, quito toda la tierra y basura para después lavarlo y deshidratar, para poder realizar los productos que ofrecemos los cuales llevan una porción de harina de chapulín actualmente realizamos galletas, empanadas y mazapanes, son nuevas alternativas qué nos dan con el chapulín para generar alimentos.
Estos productos tienen una gran fuente de proteínas, es una alternativa para controlar la plaga y así disminuir el uso de agro químicos en los cultivos.
Llevamos poco tiempo de realizar esta actividad lo presentamos en Irapuato, así como en comunidades del municipio:
"La gente regularmente duda para probarlo, pero al realizarlo les gusta el sabor y se llevan más galletas" la finalidad de esto es expandir mi producto.
La problemática de los chapulines como plaga
Los chapulines son insectos que pertenecen a la familia de los ortópteros. En México y otras partes de América Latina, son considerados una fuente de alimento tradicional. Son conocidos por su distintiva coloración roja o marrón y su tamaño relativamente pequeño, generalmente de 2 a 3 centímetros de longitud.
Los chapulines son conocidos por su capacidad de salto y su presencia es común en áreas rurales, donde a menudo se encuentran en campos de cultivo. A pesar de que son considerados una plaga en la agricultura, también son recolectados y consumidos por muchas personas en diversas formas culinarias.
En la gastronomía mexicana, los chapulines son considerados una delicia y se pueden preparar de diversas maneras, como asados, fritos o sazonados con diferentes condimentos, como chile y limón. Son apreciados por su sabor crujiente y se consideran una fuente de proteínas y otros nutrientes.
Además de su uso en la alimentación, los chapulines también han sido objeto de interés en la investigación científica debido a su potencial como fuente de proteínas sostenibles y su capacidad para resistir condiciones ambientales adversas. En algunos lugares, se han explorado formas de utilizar los chapulines en la alimentación animal y como ingredientes en productos alimenticios procesados.
Los chapulines, conocidos como una plaga en los cultivos de temporal en Guanajuato, han sido durante mucho tiempo una preocupación constante para los agricultores de la región. Su proliferación amenaza los cultivos de granos y forraje, causando pérdidas económicas significativas.
Para abordar el desafío de los chapulines como plaga, se realizan capacitaciones y pláticas con los productores locales. Estas sesiones educativas se centran en la biología y los hábitos de los chapulines, así como en la búsqueda de alternativas al uso de insecticidas dañinos para el medio ambiente.
Con los chapulines recolectados y procesados, se crea una variedad de productos, como galletas, empanadas y mazapanes. Estos alimentos son una excelente fuente de proteínas y ofrecen una alternativa ecológica para controlar la plaga y reducir el uso de agroquímicos en los cultivos.