Lo que piensan los señores del dinero
Una vez más, tal como lo hacen cada año, los señores del dinero se reunieron en su Convención Bancaria y en un acto de solidaridad, la organizaron en Acapulco, como lo han hecho tantas otras veces. Lo que se ve no se juzga, el presidente de la República asistió a cada una de las que hubo durante su sexenio, no se perdió ninguna. Todos tenían en mente que hace seis años, frente a los asistentes pronunció una metáfora que más bien dio la impresión de ser una amenaza: dijo que si había fraude en aquellas elecciones se iba a soltar el tigre y que él no iba a ser quien lo amarrara.
A seis años de distancia, queda claro que no se soltó el tigre al que él se refería, pero andan muchos otros felinos paseándose sin cuerda por todo el territorio nacional. México vive en un estado de violencia y aunque AMLO ha aclarado en varias ocasiones que no se refirió a un acto violento de que los señores del dinero se asustaron, claro que se asustaron.
La participación de López Obrador puede analizarse desde distintos puntos de vista, tomando en cuenta las palabras corteses que se pronuncian y las amabilidades que se le dispensan a un presidente. También está lo que no se dijo, eso que se deja sentir en el ambiente y en dónde radican los verdaderos pensamientos de los señores del dinero. Se le brindaron esos aplausos educados, le agradecieron que no cambiara las reglas del juego y punto y aparte.
Tal como pasó hace seis años, los banqueros invitaron a todas las candidaturas a la presidencia de la República. Recibieron con prudencia a Claudia Sheinbaum en la conciencia de que es la puntera en las encuestas, aunque no sea su favorita, como tampoco lo era López Obrador en su oportunidad. Con Álvarez Máynez tuvieron la cortesía de correrle la invitación, aunque saben que se trata de un candidato que más bien sirve como testigo. La competencia, lo sabemos y lo saben ellos, es entre las dos candidatas. A Xóchitl Gálvez le fue bien, pronunció un discurso ardiente de acuerdo con el libreto que la lleva a representar bien el papel que le toca jugar.
Se escuchó lo que se anticipaba: Xóchitl se presentó ante los banqueros como una aliada, Claudia se mantuvo en la cantaleta de defender el legado de su mentor López Obrador y Álvarez Máynez se aventó la puntada de proponer una reforma fiscal. Las reacciones dejaron entrever los pensamientos de los banqueros: la jornada dio inicio con un cálido recibimiento a Gálvez: la aplaudieron y la vitorearon. A Claudia Sheinbaum, que ha tenido contados encuentros públicos con la iniciativa privada la recibieron con una tibia bienvenida.
La candidata de Morena se defendió como pudo y pasó tragos gordos en torno a la polémica reforma de pensiones que López Obrador está proponiendo. Garantizó que no se tocaría a las cuentas para el retiro activas. “Se está planteando mejorar ese sistema de pensiones. ¿De dónde sale el recurso? De un fondo de pensiones y una parte de ese financiamiento viene de pensiones que no se han reconocido. Lo demás, las Afores como están, no se va a tocar”, prometió. Como que no le creyeron. Eso le da más miedo que el tigre de hace seis años a los banqueros, por eso la aplaudieron poquito.
López Obrador cerró su última Convención Bancaria en Acapulco haciendo hincapié en las utilidades récord que alcanzó la banca mexicana por más de 273.000 millones de pesos en 2023. Ahí nadie dijo ni pío. Más bien agradecieron con decencia al presidente y lo despidieron con galanura. Algunos estarán suspirando con alivió y otros se estarán mordiendo las uñas frente al futuro que se avecina.
A los banqueros les fue bien con López Obrador, basta ver los números. Hay negritos en el arroz, de eso no hay duda. Como no la hay de que entre lo que se dice y lo que se piensa caben un universo de posibilidades. Así, idéntico con los señores del dinero.