Sábado, 11 Enero, 2025

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Minimizar el horror

Opinión

Juana Adriana Rocha Luna

Las recientes masacres ocurridas en Celaya y Salvatierra han alentado la revictimización y el oportunismo. la tragedia y la justicia son opacadas en estos lamentables escenarios. ¿hasta cuándo?

“Ahí están las masacres”, frase que Andrés Manuel López Obrador pronunció entre risas, mientras señalaba la portada del periódico ‘Reforma’. Ocurrió en su conferencia matutina del 18 de septiembre de 2020, fecha en que a nivel nacional sumaban 45 masacres en el transcurso de ese año.

 No, el presidente no se burlaba de la tragedia como interpretaron quienes no simpatizan con él. Su intención era responder a los medios que denunciaban, a través de un desplegado, falta de libertad de expresión. Al preguntarle los periodistas presentes si entre ellos se encontraba ‘Reforma’, AMLO pidió proyectar la portada del día.

No, el presidente no se burlaba de la tragedia, pero sí la minimizaba (lo cual no es menos grave). Junto a la imagen de la impresionante cifra él continuó criticando a la “prensa conservadora”, que “siempre apoyó la política neoliberal”. Ni una palabra sobre los 45 multihomicidios que en nueve meses habían dejado 320 víctimas.

En las últimas semanas las masacres han vuelto a los titulares nacionales y Guanajuato estuvo otra vez bajo los reflectores. El 3 de diciembre, por el asesinato de seis jóvenes en Celaya. Dos semanas después, por el ataque a los asistentes de una posada en Salvatierra, que dejó 11 fallecidos. Revictimización Virgilio y Fabián Orozco, Pedro Mateos, Eduardo Freire y Bryan Amoles estudiaban medicina en la Universidad Latina de México. Giovanni Juárez tenía 18 años. Todos ellos fueron asesinados y abandonados en la colonia Primera Fracción de Crespo en Celaya.

“Fue por el consumo, porque fueron a comprar a alguien que vendía droga en un territorio que pertenecía a otra banda”, afirmó Andrés Manuel López Obrador. Sin que se hubieran revelado aún detalles de la investigación, el presidente no tuvo reparo en criminalizar a los jóvenes.

El discurso se repetiría, por desgracia, luego de la masacre ocurrida en la Ex Hacienda San José del Carmen en Salvatierra, donde 11 personas murieron. Galileo Almanza, David Hernández, Irving Ruiz, Antonio Sánchez, Marco López, Emiliano Vargas, Héctor Almaraz, Thalía Cornejo, Macarena Becerril y Alberto Ramírez eran sus nombres. “Guanajuato requiere atención especial”, declaró AMLO sobre el hecho, “esa franja es de las zonas con más consumo de droga en el país”.

Si bien la compra y venta de sustancias ilegales alimenta las operaciones de grupos delictivos, no todas las personas que mueren a manos de delincuentes son parte de la cadena. Inocentes, incluso niños, han pagado con su vida la falta de control sobre la creciente violencia.

El pasado 21 de diciembre fue detenido Omar N, uno de los autores materiales del asesinato de los estudiantes de Celaya. De acuerdo con la Fiscalía General del Estado, el sujeto estuvo involucrado en múltiples delitos. Los únicos responsables de las masacres son quienes las perpetran. Toca a las autoridades de los tres niveles de gobierno colaborar en su captura y la necesaria impartición de justicia, toca al presidente de la República estar del lado de la ciudadanía.

El oportunismo

Luego de los violentos eventos en Salvatierra decenas de personas se manifestaron a las afueras de Palacio Nacional. “A los jóvenes nos están matando”, proclamaban. Entre ellos se encontraba Edson Andrade, coordinador nacional de ‘Xóvenes Xingones’, organización que apoya a Xóchitl Gálvez.

Fernanda Espinoza y Carlos Moris, activistas en pro de la aspirante a la presidencia en representación de la oposición, también participaron en la marcha. Ambos advirtieron que la juventud mexicana castigará en las urnas a Morena luego de las atrocidades cometidas en Lagos de Moreno, Celaya, Salvatierra y otros puntos del país.

En las cuentas de Instagram y X de los organizadores de la protesta se les puede ver marchando en defensa del INE, promoviendo las actividades de Xóchitl Gálvez, y replicando fuertes críticas a López Obrador, su partido y su familia.

En tiempos electorales hasta la desgracia es material de campaña, y el oportunismo brota por doquier.

Cuando las movilizaciones sociales se pintan de colores hacen la causa a un lado, y esa es otra manera de minimizar.

Aunque la respuesta del presidente a este tipo de hechos es injusta y desafortunada, también lo es usar el dolor ajeno como estandarte para apoyar a una figura pública.

El pan de cada día

Este fin de semana circuló el video de un individuo que intentó arrollar a un oficial de Tránsito para evitar una multa. Sucedió en Celaya, catalogada como una de las ciudades más peligrosas de México.

¿Qué sucede con la ciudadanía? ¿a qué grado la violencia ha permeado en el rasgado tejido social de nuestro estado? Lastimar por lastimar, matar por matar, bien dicen que “la vida no vale nada”.

Tras 35 entrevistas de testigos del ataque en Salvatierra, la Fiscalía determinó que los agresores intentaron ingresar a la posada que se celebraba en la Ex Hacienda San José del Carmen, que al pedirles que se retiraran obedecieron, pero para regresar con las armas que descargaron sobre los presentes con la instrucción “mátenlos a todos”.

Es doloroso creer que una banalidad semejante detonara un crimen de ese grado. Es aterrador tomar conciencia del poder que los grupos delincuenciales han alcanzado. Es desalentador saber que la frecuencia de hechos de alto impacto contribuye a su normalización, que la muerte, tortura y horror estén a tal nivel instalados en la cotidianidad

LO SUPERFLUO: Los guanajuatenses siguen en espera de justicia, no sólo por los recientes acontecimientos, sino por todos los que nos hunden en una ola de terror.

LO PROFUNDO: El gobernador calla, el presidente habla de más, el fiscal lamenta y condena mientras los victimarios no tienen límites para continuar.

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