Leyendas de Salamanca, conoce las tenebrosas historias de sus calles
Salamanca, Gto.- Misterios e historias recorren las calles de la ciudad de Salamanca, leyendas y mitos que se han pasado de boca en boca durante años, murmullos que perdurán y llenan de miedo a todo aquel que los escucha o peor, a todo aquel desafortunado que le toca vivirlas. Conoce las Leyendas de Salamanca, una ciudad que ha vivido muchas cosas y tiene mucho que contar.
Estas leyendas se han transmitido a través de la historia oral de los habitantes de Salamanca, muchas veces publicadas en redes sociales o pequeños folletos, que permiten conocer el mágico popular de esta ciudad industrial.
El Callejón del Diablo, Leyendas de Salamanca
Una leyenda que cuenta la historia de una mujer de gran belleza, la cual atraía la atención de quien la veía, sin embargo, al conseguir su atención se convertía en el diablo.
La leyenda comieza con la vida de un joven, que por decisión de sus padres tuvo que salir de Salamanca para ir a estudiar a la ciudad de México, se relata de un tiempo donde esta localidad no tenía aún universidades.
Al volver a Salamanca, el muchacho sentió que este pueblo ya le quedaba chico, pues ya no le daba la vida y el ejetreo a la que se había acostumbrado en la Ciudad de México, no existía aquí. Uno de esos días en busca de diversión, el joven decidió salir con sus amigos con quienes se reencontró.
En la madrugada, al despedirse de su grupo encaminándose a casa, observó a una hermosa mujer que se le acercó, esta le pidió compañía, sin dudar accedió y mientras era maravillado por su belleza y atractivo.
Durante el camino y casi al llegar a la calle Tres Guerras, en frente de donde estaba el molino -en la Zona Centro-, el muchacho notó algo raro en esta mujer y fue entonces cuando se dio cuenta que en realidad no estaba con una dama, sino con el demonio.
En este lugar en donde el demonio lo tortura y lo daña, dejándolo con graves lesiones que le ocasionaron la muerte.
Desde aquél suceso, la gente, a través del tiempo, nombró a esta calle como “El Callejón del Diablo”, ya que se dice que por las noches se aparece una persona extraña montando a caballo con un rostro no muy grato, que causa temor entre los habitantes de ese sector que tiene que pasar en altas horas de la noche por ese lugar, para ir a sus casas o a sus trabajos.
Según cuentan salmantinos, que esta leyenda es real, ya que algunos dicen que tuvieron amigos y familiares que en épocas pasadas les hablaban sobre esta historia, de haber visto a este desconocido jinete que entra a esta callejón sin jamás salir, también cuentan que han escuchado el galope del caballo por esta calle de Salamanca.
La misa macabra, Leyendas de Salamanca
Se dice que en Salamanca, Guanajuato, en el templo de la Zona Centro ocurren misteriosos relatos, según cuentan que aproximadamente a las tres de la mañana suenan las campanas llamando a misa.
Solo que, es de conocimiento popular, que esta misa no es para las personas vivas, sino a aquéllas almas en pena que dejaron alguna culpa pendiente en la vida.
A esa misa se le conoce como “La Misa de los Difuntos”. Se dice que si una persona se atreve a asistir, verá el templo repleta de almas y como oficiante a un sacerdote que celebra en latín y a espaldas, hacia los asistentes, como se realizaba anteriormente estas celebraciones.
También se dice que cuando una persona acude a presenciar esta celebración y al ver con lo que pasa en el interior del templo sale corriendo, porque una vez estando en el interior, las personas presentes tienen expresiones frías, huecas y palidas: los muertos.
Facebook (Templo de San Agustín Salamanca Oficial)
La Niña Araña, Leyendas de Salamanca
En la ciudad de Salamanca se hizo conocida una leyenda que habla sobre una niña que se aparecía por las noches cerca del Panteón Municipal de Las Flores.
Se cuenta, que un día un taxista que trabajaba por la noche como de costumbre, al ir circulando por las calles oscuras de la colonia San Roque, ubicada estas cerca de este panteón, vio a una niña como de 10 años caminando sola.
Extrañado se detuvo junto a ella, quien también le hizo la parada y la pequeña subió al vehículo, mientras pidió al conductor que la llevarla a casa con sus padres, en los departamentos de la Avenida Aldama.
Ahí le dijo la niña que sus padres pagarían el pasaje, a lo que accedió el conductor a llevarla pero con cierta duda y mal presentimiento.
Una vez enfilado hacia el destino que le había dicho su pasajera al taxista, al llegar al punto la pequeña se bajo y el conductor se fijo por el retrovisor buscando a la niña con la intensión de saber a qué casa se metía a esas horas de la madrugada.
Fue ahí cuando vio a la pequeña como trepaba la pared del panteón emulando los movimientos de una araña y fue ahí cuando volteo a ver al taxista, la extraña niña con una mirada terrorífica y luego brinco la pared hacia el interior de panteón.
El conductor nunca se imagino que aquella noche sería la última que viviría, pues se dice que tanto fue su impresión que al poco tiempo falleció, pero alcanzo a platicar lo ocurrido a su familia y algunos compañeros del volante lo que le había sucedido por esas inmediaciones del campo santo, esa inolvidable noche.
El tesoro oculto del Templo San Francisco
El Templo San Francisco en Salamanca guarda consigo un antiguo mito relacionado con un tesoro oculto. Se dice que durante la época colonial, los frailes franciscanos escondieron grandes tesoros dentro del templo para protegerlos del saqueo y las invasiones.
Esta leyenda ha despertado la curiosidad de muchos aventureros y cazadores de tesoros a lo largo de los años, quienes han intentado encontrar las riquezas ocultas en el templo. Sin embargo, también se dice que aquellos que han osado buscar el tesoro han sido víctimas de extraños sucesos y desapariciones misteriosas.
Se habla de haber escuchado voces susurrantes o haber visto sombras en los pasillos del Templo.
Y según la leyenda, solo aquellos con un corazón puro y noble podrán acceder al tesoro sin sufrir consecuencias funestas.
Aunque muchos afirman haber encontrado pistas sobre la ubicación exacta del tesoro, nadie ha logrado confirmarlo debido a estos fenómenos sobrenaturales.
La Cueva de Valtierrilla
Hace muchos años, un labrador, llamado Pedro fue atraido por los cuentos que te decían sobre esta cueva, donde se mecionaba que dentro de sus túneles estaba escondido un gran tesoro, lleno de monedas de oro y objetos de mucho valor, un día se decidió a probar suerte.
Preparado con pico, pala y una vela de San Ignacio, para alejar cualquier peligro, se dirigió dentro ingresando por los laberintosos túneles.
Afortunado, encontró una sala con vistosas y caras joyas, monedas y riquezas sin igual, emocionado, lleno sus bolsillos como pudo y cuando no pudo llevarse más decidió partir de regreso.
No lo logró, Pedro se perdió en los oscuros túneles, caminando, desesperado, encontró una luz que lo llevo al exterior de un magestuoso paisaje desconocido.
Con un amplio lago de tonalidades turquesas, sus montañas frondosas y verdes, con un cielo de un azul espectacular, el sónido glorioso de muchas aves y el viento; pero a pesar de tal belleza, ese no era su destino, pues era completamente desconocido, así que volvió a ingresar a la cueva.
Pero cada vez que veía la salida, volvía a este espléndido lugar.
Nervioso y asustado, decidió volver a la sala de los tesoros, vaciando por completo sus bolsillos, al buscar nuevamente la salida, pudo encontrarla, dándose cuenta de que el impedimento eran los tesoros.
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